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Okita Sōji estaba en camino a visitar al dios nórdico de las travesuras cuando se encontró con berserker del trueno.

Okita: ¡Hola Thor!

Saludo alegremente el espadachín.

Thor: Oh, eres tú pequeño humano.

Okita: ¡¿A quién le dijiste pequeño?! ¡Y mi nombre es Okita Sōji!

Le reclamó molesto el japones, después de un par de minutos de silencio absoluto deicidio preguntar por la ubicación del dios de las travesuras.

Thor: Dudo que mi hermano te reciba hoy. No esta teniendo un buen día.

Okita: ¿Le ha ocurrido algo?

Thor: Es complicado de explicar.

La deidad llevo al mortal hasta la habitación del dios de las travesuras, al llamar a la puerta varios gritos y maldiciones se escucharon.

Loki: ¡Largo de aquí! ¡No quiero ver a nadie!

Okita: ¿Loki recuerdas que quedamos en salir a comer hoy?

Preguntó un poco molesto el espadachín. Al recibir otro grito en respuesta decidió abrir la puerta, Okita quedo estupefacto al ver a la deidad.

El dios de las travesuras conocido por su belleza y estilo era un caos total, su cabello estaba hecho barañas mientras que su maquillaje se encontraba chorreado por toda su cara.

Okita: ¡Por todos los dioses!

Thor: Te lo dije.

Loki: ¿Se ve muy mal?

Okita: ¿Qué te paso?

Preguntó incrédulo ante su vista.

Loki: No lo sé, todo inicio con el cabello y fue empeorando.

Okita: Agradece que algunos de mis hermanos son tan divas como tú, seré yo quien te salve.

Le comentó con plena seguridad el espadachín.

Loki: No gracias, prefiero morir a que un sucio humano toque mi cabello.

El espadachín solo rio antes sus palabras.

Okita: Dios del trueno, sea mi asistente en esta trasformación.

La deidad lo miro molesto, no le agradaba la idea de ser el asistente de Okita.

Okita: ¿O prefiere aguantar los dramas de Loki el resto de la semana?

Su cuestionamiento convenció al dios, quien no dudo en atar a su hermano con las sabanas de su cama.

Loki: ¡Esto es traición!

Antes de que el dios de las travesuras pudiera decir algo más fue amordazado con un trozo de tela. Y arrastrado hacia el lavabo, donde Okita comenzó a lavar su cabello. Ante la presencia de tantos frascos y productos el espadachín decidió colocar un poco de todo.

Okita: De la raíz a las puntas, es la forma correcta. O bueno eso me dijo Jack, su cabello siempre está bien así que debe estar en lo correcto.

Loki refunfuñaba y se retorcía totalmente incomodo por el contacto con el mortal, sobre todo cuando este parecía que apenas sabía lo que hacía. Okita siguió varios minutos lavando el cabello de la deidad, cuando se sintió satisfecho con su trabajo lo enjuago cuidadosamente.

Okita: Ahora limpiemos tu rostro.

La expresión de Loki se volvía cada vez más asesina, lo cual divertía aun más al japones. Pese a los movimientos bruscos de Loki consiguió limpiar el rostro de la deidad, retirando las manchas de un excesivo y descuidado maquillaje.

Entre Thor y Okita secaron el cabello del dios de las travesuras y comenzaron a desenredarlo, fue entonces que el espadachín se percató de algo.

Okita: Oye tu cabello esta más disparejo de lo usual.

Loki al escucharlo comenzó a patalear en protesta, ni de broma dejaría que un humano juzgara su peinado.

Okita: Yo lo arreglo. Thor agárralo bien que si no terminara trasquilado.

Comento burlesco el espadachín, ante su no amenaza el dios de las travesuras busco zafarse a como diese lugar, pero fue fuertemente sujetado por su hermano.

Y en un movimiento ágil de Okita unos ligeros mechones se desprendieron. Loki preocupado por su nuevo corte de pelo se soltó de su hermano y salió disparado al espejo a observarse. Para su sorpresa el corte había sido perfecto, en realidad su cabello no se había visto tan bien en varios siglos. Atrás de él sonreía orgulloso el espadachín.

Okita: Te lo dije, soy un experto.

Loki solo rechisto.

Okita: Todavía no terminamos, ahora te gustaría un sombreado tipo "smokey" o preferirías un estilo "halo".

Le preguntó el espadachín con total seriedad. 

Rápidamente Loki los echo de su cuarto, no sin antes declarar que todavía saldrían a comer y que estaría listo en cinco minutos. Esos cinco minutos se convirtieron en dos horas, Okita Sōji comenzó a creer seriamente que moriría de hambre.

Déspues del RagnarokWhere stories live. Discover now