Déspues del Ragnarok

Ayudando a Heimdall

Aquel dios conocido como el mensajero del apocalipsis, recorría vagamente las calles de Asgard. Después del Ragnarok volvió a ser una sombra más de la gran ciudad, su papel había terminado y ahora el mundo entero se había olvidado de él.

"Solo mil años más" Se repetía la deidad, en busca de consuelo.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que descuido su andar chocando torpemente con la primera persona a la que se encontró.

Raiden: Viejo mira por dónde vas.

Le advirtió el luchador de sumo quien daba un paseo junto a su amada valquiria.

Raiden: Oh, pero si tú eres...

La deidad le miro esperanzada, tal vez después de todo alguien si lo recordaba. Pasaron un par de segundos.

Raiden: ¿Disculpa tú quién eras?

Preguntó divertido y ligeramente avergonzado el luchador de sumo. La expresión de Heimdall cambió radicalmente mostrando un desconsuelo total, al punto que sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas.

"Ni siquiera los luchadores me recuerdan" La deidad estaba devastada.

Thrud: Fue el árbitro y comentarista del Ragnarok, su nombre es Heimdall, ¿recuerdas amor?

Comentó tranquilamente la valquiria, pero para el mensajero del apocalipsis sus palabras fueron un verdadero milagro.

Heimdall: ¿De verdad me recuerdas?

La valquiria asintió gentilmente, el corazón de la deidad se llenó de alegría y sin pensarlo mucho abrazo a la chica totalmente agradecido. Thrud se sorprendió por el gesto de la deidad mientras que Raiden lo miro asesinamente.

Raiden: Amigo por tu bien, será mejor que la sueltes.

Le advirtió el luchador de sumo quien lucía bastante aterrador en ese momento, rápidamente Heimdall se apartó de la valquiria avergonzado y pidió disculpas por su comportamiento.

Heimdall: Lo lamento, es que nadie había recordado mi nombre desde el Ragnarok fue un impulso de euforia, mis disculpas señorita.

La valquiria le aseguro que no había problema alguno, sin duda alguna sentía pena por el pobre hombrecillo frente a ella.

Thrud: ¿Qué te hace creer que todos han olvidado tu nombre?

Heimdall: Siempre he sido solo una sombra en esta gran ciudad señorita, yo solo fui un personaje secundario en las batallas, es de esperarse que se olviden de mí.

Comentó con honestidad la deidad, los ojos de la valquiria rápidamente se humedecieron, miro a su amado quien parecía comprender sus intenciones, después de todo ambos tenían un corazón de pollo era imposible que dejaran las cosas tal como estaban.

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Leónidas: Déjame ver si entendí ¿Heimdall se quedará con nosotros?

Preguntó ligeramente extrañado el general espartano.

Raiden: Solo por un tiempo, el chico necesita amigos urgentemente.

Todos dirigieron su mirada al mensajero del apocalipsis quien se encontraba en la sala de estar siendo inspeccionado por el príncipe demoniaco.

Sasaki: Beelzebud parece un depredador evaluando a su presa.

Todos afirmaron lo dicho.

Rasputín: Entre las rarezas de Beelzebud y el carácter de Simo y Poseidón, saldrá corriendo de aquí en unos días.