Déspues del Ragnarok

Recuerdos del Edén

Cuando la noche cayó Adán salió de su hogar, sin avisar a ninguno de sus hijos tampoco a su amada esposa Eva, después de todo no quería preocuparlos.

Incluso si el lugar había cambiado después de miles de años él lo conocía bien, permitió que el cielo estrellado lo guiara a donde alguna vez fue su hogar. A diferencia del resto de áreas esta se había secado y perdido su color, a excepción del árbol con el fruto prohibido.

Adán: Tierras sagradas, que mal nombre.

Se dijo a si mismo el padre de la humanidad, observando con desagrado el paisaje.

Zeus: Concuerdo contigo, prefiero el original.

El padre de cosmos había seguido a Adán al percatarse a donde se dirigía el humano, después todo ambos compartían memorias y sentimientos de lo que alguna vez fue jardín Edén, un lugar donde dioses y humanos convivían en paz.

Zeus: ¿Quién diría que ese viejo árbol seria lo único que sobreviviría?

Adán rechisto, realmente no deseaba volver a ver a Zeus, mucho menos conversar con él en las ruinas de lo que alguna vez fue su hogar.

Zeus: Sabes aun puedo recordar cuando de niño jugabas a su alrededor, realmente fueron buenos tiempos.

Comentó con melancolía el padre del cosmos. Después de su batalla en el Ragnarok comenzó a debatirse seriamente todo lo que había sucedido, desde la expulsión de Adán y Eva hasta el día en que la humanidad sobrepaso a los dioses.

"¿Desde cuando mentimos de esa forma?" Las palabras de Hermes resonaron en la cabeza del padre del cosmos.

El Ragnarok le había recordado a Zeus lo que significaba perder a un ser querido y el dolor que esto conllevaba, no solo había perdido a su hermano en el campo de batalla sino también a dos de sus hijos.

Un hipócrita pensamiento en realidad, incluso si fue por su mano por la que Adán cayo, el dolor y el pesar lo invadieron, después de todo era su hijo. Fue él quien lo crio en el Edén, sus primeras palabras, sus primeros pasos, su curiosidad y sus travesuras, cada momento que vivió junto a él, lo recordaba perfectamente.

Adán: No me arrepiento.

Hablo por fin el humano, parecía comprender lo que Zeus sentía.

Poco después robo un fruto del árbol y lo mordió sin preocupación alguna. Ante su sabor lo escupió rápidamente.

Adán: Esta agria

Una sonora carcajada salió del padre del cosmos.

Zeus: Es bueno saber que no has cambiado chico.

El padre de la humanidad comenzó a alejarse, su papel ahí ya había terminado. Su único desea era ver ese lugar una ultima vez para finalmente dejarlo en el pasado, ahora su hogar era junto a sus hijos y su amada esposa.

Zeus: Adán espera, hay algo que deseo preguntarte.

Su mirada era melancólica.

Zeus: ¿Crees que nuestro amado Edén regrese a lo que solía ser antes, un hogar tanto para dioses y humanos?

El padre de la humanidad no respondió, y se alejó rápidamente del lugar. Siendo honesto, no tenia una respuesta, desde lo ocurrido con Eva estaba seguro de que nada volvería a ser igual, pero ver a sus hijos convivir y relacionarse con los dioses, puso su corazón en duda.

Era cierto no se arrepentía de nada, pero aquellos dioses a los que guardo rencor tanto tiempo también fueron su familia.