🎄Epilogo🎄

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Quince años después

Dafne

—¡Dafne! —Alper golpea la puerta de mi habitación. —¡Dafne! Si no sales por esta puerta en menos de un minuto llamare a la tía Sylvie y nos iremos al aeropuerto sin ti —golpean por última vez la puerta de mi habitación.

—Voy —es lo único que me permito pronunciar mientras mi cuerpo se deja ir en inmenso placer que está sintiendo en estos instantes mientras el rubio que se encuentra encima de mi embiste como un loco.

—¿Quién era? —pregunta enterrándome su miembro en lo más profundo de mi ser justo cuando llego al máximo punto de placer.

Grito con fuerzas mientras me corro en su polla.

—Mi hermano —respondo pausadamente intentando recobrar un poco de aire. —Toma tus cosas y vete —menciono al apartarme de él entrando al baño para arreglarme un poco y Alper no se dé cuenta de la verdadera razón por la que tardo en salir.

Le mentí diciendo que sostenía una llamada con Gamze cuando en realidad estaba cogiendo con ese rubio que conocí ayer por la noche en un bar.

—Nos volveremos a ver —pregunta poniéndose los pantalones.

—No —digo la verdad.

Se termina de vestir mientras espero sentada en la silla de mi tocador y cuando está listo le pido que salga por la ventana.

—¿Bromeas? —pregunta asustado al ver la altura.

—Para nada —respondo apartando las cortinas para abrir la ventana.

—¿Por qué no puedo salir por la puerta como una persona normal? —pregunta pasando saliva.

—Porque ayer no entramos por la puerta lo recuerdas —no quería que Alper se enterara que traje a un tipo a casa que tuvimos que entrar a casa como ladrones sin hacer nada de ruido.

Además de que la abuela se encontraba aquí y yo salí de fiesta a escondidas de ella. Soy una adulta que en ocasiones se comporta como una niña, pero eso no significa que deje de temerle a la mujer.

—Cuidado con el perro de los vecinos —menciono al dóberman de conoció mientras subíamos a mi habitación.

—¿Enserio, Dafne? Ese maldito perro intento comerme en la madrugada.

—Pero no lo hizo. Hace unos instantes comprobé que aun seguías vivo, muy vivo —respondo ayudándolo a salir de mi habitación.

—Este sacrificio merece otro encuentro —menciono del otro lado de la ventana.

—Puede ser —respondo sin dejar de ver como sus pies se encuentran en la orilla del marco de la ventana.

El rubio que no recuerdo su nombre en estos instantes llega a la orilla de mi casa y veo como corre al escuchar los ladridos del dóberman saliendo de mi casa. Por muy pocos instantes el pobre pasa frente a Alper que se encuentra recargado en el capo de mi coche con los audífonos puestos.

Salgo de mi habitación tomando el presente que la noche anterior envolví para mis padres como regalo de bodas. Su aniversario número quince. Quince años desde que se dieron el "si" frente a todas las personas que asistimos a su boda.

Boda que con los años sigue siendo una de las más habladas por la prensa con el pasar de los años. Su matrimonio es algo que siguen admirando. Sus admiradores se encuentran al pendiente de la relación que no pierde interés amoroso con los años.

En ocasiones yo me pregunto si a mi vida también llegara alguien que me haga amarlo como mi madre lo hace con mi padre. Mamá sigue enamorada de papá.

Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora