último sacrificio

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El muchacho notaba que se ahogaba, las corrientes lo arrastraban hacia abajo y todo era de un azul oscuro. No había superficie, todo era uniforme, el agua espesa lo estaba matando. Cerró los ojos al darse por vencido, sus extremidades dejaron de funcionar por falta de aire. Entonces, de una clara luz, salió una mano, buscándolo, hasta que por fin lo agarró de la muñeca y tiró de él hacia arriba. Cogió una gran bocanada de aire cuando chocó con la superficie, su cuerpo pudo sentarse en lo que parecía arena, pero sólo era el mismo agua que se había endurecido un poco. Su cuerpo estaba desnudo y como en una bañera gigante, el agua clara y transparente le llegaba por el torso. Miró a su alrededor. Todo era hermoso y azul. El cielo con varias nubes que se movían lentamente por la suave brisa, la temperatura era agradable y aquel mar infinito, parecía fundirse en el horizonte con el cielo, este se reflejaba en él. Daba la sensación de estar en un oasis después de haber caminado por un seco desierto durante décadas.

Sintió movimiento en el agua a su izquierda, el cuerpo de Bryn yacía tumbado, también desnudo. El agua la cubría, sólo su cara estaba afuera. Su pelo negro danzaba en el líquido y sus ojos morados miraban al cielo. Griffith se quitó un mechón blanco y empapado de su rostro para mirarla mejor. No había visto a alguien tan hermoso jamás, era tan hermosa como una diosa de cuento de hadas, inalcanzable, transcendental. El ojo de su frente había desaparecido, sólo estaba ella, al natural.

- Todo se vuelve a repetir una y otra vez.- comenzó a hablar ella, sin mirarlo.- Un ser que decide destruir todo, para volver a crearlo a su forma y semejanza. Tanto como los humanos y Dios tienen ese defecto, y eso jamás será borrado. Se creará otro mundo que acabará igual y así consecutivamente. Por eso, ese ser, no es un Dios. Es la idea del mal, ligada a la humanidad.

Griffith la escuchaba y decidió tumbarse a su lado también, mirar aquel cielo, como si el mundo no se estuviera cayendo a pedazos, era tranquilizador.

- Eso es muy triste, pero por alguna razón, aquí y ahora, no puedo estarlo. Hacía tiempo que no estaba tan tranquilo y feliz.- contestó el albino, sonriendo levemente.

- Yo voy a destruir el mundo.- esa frase hizo que el muchacho girara sus ojos para observarla, creía que después de todo, ella tendría un plan para salvarlos a todos.- Destruiré todo, seres vivos, seres mágicos y seres muertos y en trance. Pero también destruiré a Dios.

- Dios es indispensable para el mundo, Bryn.- él arrugaba su cara sin comprender.

- Lo sé. Me refiero a destruir, no eliminar. ¿Sabes? El destino es bastante curioso y las líneas temporales algo confusas, pero ya creo entender por qué decidiste maldecirme. Por qué quisiste pactar conmigo parte de tus poderes. Querías que salvara el mundo, ningún ser, ni demonio o ángel quiere ser eliminado. Tus poderes de reversión, con aquellos con los que he curado a mucha gente, incluida a mí misma, una y otra vez, están destinados a ser usados contra Dios. Yo misma haré que el tiempo corra hacia atrás y desde cero, haré un nuevo lugar, para salvaros a todos.

- Eso significa...

- Eso significa que tomaré el puesto de Dios.- ella por fin lo miró y él volvió a erguirse, asustado.

- No. Otra vez no. No dejaré que eso ocurra. No puedes sufrir más, no debes hacerlo por nadie. Si debemos morir, lo haremos.- estaba asustado, aterrorizado de perderla otra vez.

- Tranquilo.- ella igual se sentó y atrapó el rostro del muchacho entre ambas de sus manos, los ojos de Griffith empezaban a llorar. Ella sonrió apenada.- ¿Acaso no recuerdas que soy una chica lista? Crearé un nuevo mundo. Un lugar que nunca nadie se atrevería a imaginar, en donde el tiempo fluye en armonía, un lugar al que puedes llamar hogar. En el que no hay más mentiras, ni más oscuridad; en dónde nadie llora y sólo se ven mariposas. Te llevaré hasta allí. Ese es mi nuevo sueño.

Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk] Where stories live. Discover now