Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk]

principio del fin

- ¡Piratas!- gritó un hombre que manejaba el timón.

- No me digas que es ese viejo pesado otra vez…- susurró Bryn mientras crujía su cuello, desinteresada.

Aquellos piratas con los que Isidro y Schierke tuvieron altercados en el puerto, volvían a la carga, esta vez, en medio del océano, su lugar por excelencia. Bryn se lanzó hacia abajo y aterrizó doblando sus rodillas en la popa, sin hacer mucho ruido. Incluso algunos hombres que se preparaban para el ataque, se asustaron y casi se ponen a la defensiva contra ella, pero el capitán los detuvo.

- Es mi culpa, quizás aquella vez enfadé a ese pirata por tirarlo al agua.- dijo ella.

- Entiendo, entonces son represalias.- sonrió él, por la honestidad de la chica.

- No tiene sentido que os involucréis, podré detenerlos sin ayuda.

- La verdad, no tengo duda en eso, pero tú y tus amigos ya hicisteis suficiente en tierra. Sois mis invitados aquí, además, el mar es mi especialidad, déjamelo a mí.- explicaba seguro de sus habilidades.- Ve a cuidar a Guts, junto con los demás, se están resguardando en la bodega.

- ¿Eh? ¿Guts?

- Cierto, ¿dónde estabas cuando Casca cayó al agua? Te estuvieron llamando.- Bryn arrugó su cara.- Tranquila, Guts intentó rescatarla, pero al final los tuve que sacar a los dos. Están bien, pero no les vendría mal una clase de natación.

- Si me necesitas para algo en la batalla, llámame.- le avisó ella.

- Descuida.- asintió Roderick.

Bryn se marchó a paso apresurado hacia la bodega del barco. Otra vez se había desconectado del mundo al pensar en sus cosas y el tiempo había pasado el triple de rápido. Podría haber pasado incluso un día entero y ella ni se habría dado cuenta. No le gustaba darle muchas vueltas a las cosas, entrando en esa especie de trance, le hacía perderse muchas cosas. Bajó casi corriendo las escaleras y cuando abrió la puerta de madera, así vio como Schierke posaba una toalla fresca por la frente de Guts, que estaba acostado. Ese muchacho no podía pasar un día sin dañarse a sí mismo.

- ¡Bryn! ¿Dónde estabas?- exclamó Isidro cuando la divisó. Todo el mundo volteó a verla, calmando su preocupación por la misma, ya que había estado herida por unos días y después había desaparecido sin previo aviso.

Ella comenzó a andar despacio hacia estos, pero cuando se escuchó el primer cañón, los párpados de Bryn cayeron y su cuerpo, igual se desplomó en el suelo. Farnesse corrió hacia ella y la volteó.

- ¡Está volviendo a pasar!- exclamó ella.

La raja vertical en su frente era visible y el extraño ojo verde, empezaba a parpadear tímidamente.

- ¡El ojo! ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Es por los piratas?!- Isidro se ponía nervioso, el barco hacía movimientos bruscos y extraños.

- ¡Isidro! ¡Ve a mirar a fuera!- gritó Schierke, despertando a Guts y el chiquillo asintió.

Más rápido que una bala y como siempre, acompañado por Puck, el pelirrojo subía los peldaños de dos en dos. Y cuando llegó a arriba, ignorando el caos de los marineros por el ataque pirata, miró al cielo, en todas direcciones. Nada, ni rastro de un espeluznante ojo flotante, ni encima del barco de Roderick, ni de los piratas, ni en ningún lado del horizonte. Pero el firmamento en sí, se encontraba extraño, su color cambiaba. Es como si se estuviera haciendo de noche antes de tiempo, oscurecía más y más.

El chico volvió a bajar a avisar de que no había nada raro y eso desconcertó a la mayoría. Aunque después de unos segundos, los usuarios de magia; Schierke y Farnesse, los elfos y los dos marcados, sintieron una intensa presión en el pecho. No era una sensación de peligro, sino más bien algo parecido a un presagio. El espacio tiempo que todos conocían, estaba a punto de cambiar. Un nuevo mundo estaba a la vuelta de la esquina, determinándose no muy lejos de allí. En tierra firme, una batalla se libraba.