el plan de Dios

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“No hay nada más contradictorio que la voluntad de Dios. Dispuesto a dar vida, pero también mucha muerte. Librándose de culpa, utilizando a segundos portadores de la verdad, para no mancharse las manos de sangre. Ángeles, arcángeles, demonios, serafines, apóstoles, seres de luz y oscuridad, a sus órdenes. Encadenados a la dictadura de su propio creador, que les dio piernas y alas, para correr y volar en libertad, en vano.

Desde que el primer ser vivo pisó la tierra, Dios estaba guiando su camino, para bien o para mal. Manipulando su existencia a su antojo, como marionetas sujetadas al maestro telonero. Cientos de miles de años después y él seguía siendo el único en su campo, aunque la aparición y evolución de la raza humana le dejaba cada vez más perplejo. La gente tenía muchos nombres para su persona, incluso llegaban a combatir, asesinándose entre ellos para llevar la razón. Esto le elogiaba, pero sabía que su fama estaba en decadencia, millones de paganos vivían en el mundo del que él, era rey y señor.

Así empezó a interferir más directamente en las vidas de los cervatillos que se le perdían, dándoles un mando bajo su poder, para que se dieran cuenta de su error y a la vez, le sirvieran durante toda la eternidad. Pero, la eternidad, hasta para un ser de energía, era bastante aburrida y simple, necesitaba modelar más el mundo, hacerlo más divertido y sin igual. Se le ocurrió mandar catástrofes a la tierra, sentimientos de furia y odio en los humanos, rivalidades y penurias. Hasta que se dio cuenta, que él mismo, se había influenciado por sus propias criaturas. Decidió, destruirlo todo, para volver a empezar de nuevo.

Pero aún seguía amando el mundo que había visto crecer, así que, dejó el futuro de éste en las manos de la misma humanidad. Armando un nuevo plan para varios humanos en un corto período de tiempo, y, en unos cuantos milenios, nacieron varios destructores o salvadores bajo su mano. La mayoría resultó un fracaso para su voluntad del fin de los tiempos, pero todavía le quedaban algunas cartas por jugar. Si algunos de esos humanos nacían con alma de segador, la humanidad estaría perdida y eso le resultaba entretenido.”

La voz del caballero calavera dejó de rondar su cabeza cuando por fin, abrió los ojos. Se encontró con un Puck estirando la pata, es decir, completamente dormido y babeando encima de su cara. Isidro dormía estirado como una estrella de mar a su derecha y Casca, tenía su cabeza apoyada en su hombro izquierdo, también durmiendo en posición fetal.

- Puck.- susurró Bryn. Movió los músculos de su cara, haciendo que el elfo con cabeza de castaña se resbalara hacia un lado.- Puck…

- Dime…- abría sus ojitos mientras se ponía de pie tambaleándose y cuando vio los ojos verdes de Bryn, se asuntó ahogando un grito.- ¡Despertaste!

- ¡Calla!- susurró ella, no quería despertar a ninguno de los dos, se erguía muy despacio.- ¿Qué pasó?

- La pregunta sería mejor, qué no ha pasado.- el elfo se hacía el interesante.

- ¿Cuántos días llevo inconsciente?- por fin se levantaba y abandonaba la habitación con el aleteo de Puck por detrás, acompañándola.

- Unos cuántos, quedaste dormida en la primera lucha con los piratas, pasaron unos días y luego volvieron a por más, pero esta vez estaban poseídos por unos monstruos terribles. ¡Nos atacaba el mismísimo Kraken! Chupando el cerebro de los piratas con sus asquerosos tentáculos, mi discípulo Isidro y yo, acabamos con esas alimañas en un abrir y cerrar de ojos.- empezaba a echarse el mérito por los hombros, como siempre.

Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk] Where stories live. Discover now