Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk]

hambre voraz

Bryn miraba como las llamas devoraban la leña, se acurrucaba en una esquina tapándose con su querida capa. Abrazando sus piernas miraba el danzante fuego. Los campamentos en medio de una guerra eran más tensos que los de simples misiones sorpresas, el enemigo sabía que ellos estaban allí y podrían atacar en cualquier momento, si pudieran abandonar la fortaleza que protegen. El ambiente estaba más tenso, pero aun así los hombres eran ruidosos en la cena. Habían hasta mareado al capitán para que bebiese alcohol con ellos, Bryn no podía creer que en ese momento, Griffith hubiera aceptado a aquello. Lo miraba mal desde el otro lado de la fogata.

- ¿No bebes?- Judeau llegaba y se sentaba al lado de ella.

- Mejor que no.- rodó sus ojos.- Los hombres sois todos estúpidos. No es el lugar ni el momento.

- Cierto, pero supongo que sólo están contentos porque sobrevivieron a la batalla de hoy.- el chico sonreía.

- Y si mañana se encuentran mal por pasarse con el licor, podrán morir en la siguiente batalla. Ridículo.

- También cierto, pero los mercenarios viven el momento, supongo que siempre piensan que cada noche podría ser su última noche y prefieren que su último recuerdo sea celebrando, en vez de preocupado por el día de mañana.- él la miró y esta se encogió de hombros.

- De todas formas, no necesitan alcohol para pasárselo bien…

- ¿No sabes beber verdad?- sonrió de lado.

- Digamos que me sienta bastante mal.- ella hizo una mueca molesta y él empezó a reír. A Judeau se le daba bastante bien adivinar cosas de la gente. Era un chico muy paciente y un buen oyente.

- ¿La comida también te sienta mal?- cuando paró de reír, le sonrió con los ojos brillantes.

- ¿Eh? ¿Qué dices?- ella le lanzó una mirada confusa.

- No has comido nada desde que salimos, al menos yo no te he visto. Bueno, a decir verdad nunca he visto que te llevases nada a la boca… Desde que te conozco.

- Las buenas damas no comen con gente a su alrededor…

- Eso sonó muy noble de tu parte, creí que los odiabas.- levantó una ceja, ella se levantaba sacudiendo su ropa.

- A veces una se tiene que comportar como lo que más odia para poder juzgar.- ella le sonrió, le gustaba hablar con él, pero la conversación se había ido por un camino del que no debería ir soltando detalles.- No te emborraches, Judeau, sé el único cuerdo, por favor.

- De todas formas no puedo, dentro de una hora salgo con unos cuantos hombres, vamos a ayudar al escuadrón de búsqueda.- aclaró él.

- Oh, entiendo…- se quedó callada por un momento y se iba a marchar, pero soltó lo que le tenía preocupada desde hacía horas.- Por favor, encuéntralos, incluso si están heridos, tráelos de vuelta, yo los curaré.

- Lo haré, no te preocupes, ellos son fuertes.- ella asintió.- Buenas noches, Bryn.

- Ten cuidado, buenas noches… Judy.- ella hizo fuerza con su puño, hacía tiempo que le quería decir de aquella manera al chico, se le hacía algo adorable. El chico se sorprendió y sonrió, pero lo hizo más cuándo ella se agachó para dejar un beso suave en su frente antes de salir casi corriendo de allí.