inevitable como la muerte

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Mantener secretos en los palacios reales siempre fue de lo más difícil. Los sirvientes después de todo eran los que mejores se sabían los recorridos secretos y esparcían los rumores de los nobles. Griffith le hizo el amor a la princesa durante la noche, justo eso fue lo que duró su libertad. Un escuadrón del ejército real lo esperaba al amanecer al salir del palacio. Y, justo después de ser encarcelado en la más profunda mazmorra del castillo, tuvo una pequeña discusión con el rey y fue sentenciado a un año de torturas en manos de un enano psicópata, sin poder morir.

La Banda del Halcón fue reunida en un lugar lejano, en los campos de caza, para que fueran asesinados salvajemente por orden del rey, aunque los más listos como la teniente Casca, Judeau y el resto, consiguieron huir. La orden de captura y asesinato seguía en pie, y, cada día que pasaba, la recompensa por sus cabezas subía, así que, no tenían ni tiempo para un mísero descanso o siquiera para averiguar lo que había sucedido. Simplemente sabían lo que se encontraban cada día, no tenían al increíble Guts, ni a la médica Bryn, ni al capitán Griffith y encima sus números se habían reducido bastante, con las muertes y los que abandonaban. Casca tomó el mando, cayéndole todo el peso de la responsabilidad de la vida de sus camaradas en los hombros. Volvieron a los inicios, teniendo que sobrevivir día a día, como una pequeña banda de mercenarios, criminales con pena de muerte, buscados en todo el reino.

Mientras tanto, en lo más alto, allá dónde ni los pájaros se aventuraban a volar, una raja empezaba a abrirse en la mejilla de la gárgola de piedra. Para los seres inmortales, un año quizás no era más que un respiro, un poco de tiempo para descansar, mientras que para los humanos normales, podría significar un cambio brutal para su vida. Bryn se estaba despertado, pero no por su propia voluntad, había algo que se acercaba, una fuerza descomunal se revolvía en lo más profundo de su ser. Algo grande estaba a punto de suceder, algo que estaba llamando a todos los seres mágicos de los alrededores. Quizás el nacimiento de un nuevo apóstol.

Por otra parte, lejos de la muerte o de seres fantásticos, Guts se ganaba la vida participando en torneos de espadachines. Se había vuelto mucho más fuerte a costa de sus rivales y sus constantes victorias. Aunque eso de combatir estaba siendo algo peculiar de hacía poco tiempo en su vida, ya que había estado apartado en las montañas, viviendo y practicando con su espada. Aun algo dudoso de su repentina decisión de dejar a la banda hace casi un año y pensó en volver varias veces, aunque su orgullo se lo impedía. Pero el destino, haría eso por él, ya que tenía un papel importante en lo que estaba a punto de suceder.

Así que, después de enfrentarse a un guerrero Kushan y vencerlo en el torneo, la rueda del destino empezó a rodar. Esa misma noche, acampando en la montaña, fue atacado por unos hombres Kushan, liderado por el guerrero vencido, que buscaba venganza. Y entre una persecución, camaradas, viejos amigos, se volvieron a ver las caras. La Banda del Halcón se encontraba acampando en esa misma zona y fueron atacados por caza recompensas. La banda y Guts, reunidos de nuevo, combatieron hasta ahuyentar a todos los enemigos y rápidamente empacaron y volvieron a moverse a otra zona, más adentrada en el bosque.

Hacía mucho que Casca no veía a sus hombres sonreír tanto como lo hicieron esa noche, con su capitán Guts de vuelta. Una llama de esperanza ardió en los corazones de todos, hasta empezaron a creer que el plan para rescatar a Griffith del castillo de Windham no era un plan suicida. Pero la morena estaba cansada, con tener a Guts en la batalla no le bastaba, ella necesitaba algo más. Ambos dos se quedaron juntos y separados del resto, discutieron, lloraron, hasta blandieron sus espadas con confusión e ira, pero al final, se mostraron vulnerables a cada cual. Se desnudaron por completo, física y psicológicamente, y, mostraron los verdaderos sentimientos que tenían el uno por el otro. Ambos se fundieron en la noche, enfrentando sus problemas y sus miedos, se dieron todo el amor posible, antes de partir, hacia lo desconocido. Un plan para no sólo salvar a un general atrapado, pero para salvar y poner en orden sus propias vidas.

Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk] Where stories live. Discover now