Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk]

preguntas sin respuestas

Las manos suaves del chico sobaban su cuerpo desnudo. Bryn veía borroso, pero sabía perfectamente de quién se trataba. Había mucha luz y el albino parecía como una divinidad salida de un cuento de hadas. Él, besaba el cuello de la chica, proporcionándole placer e iba bajando. Ella gemía suave y respiraba agitadamente, cuando justo sintió que le chupó un pezón, una gota de sudor cálido cayó por su frente. Sus caricias bajaban más y más, al igual que el tacto de sus mojados labios. Su pelo blanco, que parecía hecho con hilos de seda, rozaba la piel de ambos cuerpos, levantándolos, llevándolos al mismísimo edén.

-Griffith…- gimió suave ella cuando sentía que él estaba llegando a su parte más íntima. Pero sintió su cuerpo caer, como si hubiera sido engullida por la oscuridad de un agujero negro y abrió sus ojos, espantada.

Sus ojos verdes de demonio lo primero que vieron fue la cara arrugada de Guts, mirándola con una ceja levantada. Enseguida se lo quitó de encima de un manotazo y él se quejó. Ella se irguió quedándose sentada en la cama e inspeccionó el lugar en el que estaba. Como un oscuro camarote de madera con dos camas pequeñas, ella estaba en una y Guts se sentaba en la otra. Sólo había una lámpara de aceite, que desprendía una luz tenue, colgada del techo. Se movía bastante, dando a entender que estaban en movimiento. Ahora se miró a sí misma, su cuerpo estaba desnudo, pero una tela gruesa y vieja negra la cubría como una manta. Se notaba en forma, normal y sana, aunque sentía que sus ojos no habían vuelto a su estado, seguían endemoniados y así veía todo con más nitidez.

- Parecía que disfrutabas de tu sueño húmedo, ¿por qué despertaste? Estás más guapa durmiendo sin molestar.- Guts se sobaba la cara donde había recibido el golpe y Bryn se apretó la manta a su pecho, abrazándose a sí misma. Lo miró aún algo desconcertada.- Ahora das muchísimo de más miedo con esos ojos, ¿no te los puedes quitar?

- ¿Qué pasó? ¿Y mi ropa?- ella ignoró lo que le decía.

- ¿A mí me lo vas a preguntar? No sé, empezaste a flotar y derrotaste a ese viejo de una forma muy extraña. Cuando caíste, te recogí y ya estabas sin nada…- Bryn abrió sus ojos a punto de darle otro manotazo.- ¡No vi nada! ¡Te arropé con mi capa!

Ella sabía que había visto esa tela negra en alguna parte. Esta vez inspeccionó a su compañero, estaba vendado, sin ningún tipo de armadura, incluso sin su brazo mecánico. Sólo vestía unos pantalones de cuero marrón e incluso su icónico pelo peinado hacia atrás, le caía por la frente ahora. Bryn aclaró su garganta, esquivó su mirada.

- Gracias y… Lo siento.- admitió con pesar.

- Me gusta escucharte lamentarte, pero no entiendo el por qué, nos salvaste a todos. Tu cuerpo acabó calcinado e incluso ayer echabas líquido negro por la boca y nariz. Realmente todos estaban muy preocupados, y, aunque me cueste admitirlo, me incluyo.

- No fue para tanto, ni siquiera me dolió.- mentía.

- Mentirosa.- Bryn lo miró mal y rodó los ojos.

- Tú también estás bastante herido, tu armadura…

- Sí, se rompió la parte del pecho. Recogí los trozos más grandes, creí que cuando te recuperases, ya que sabes de su origen más que nadie… No sé podrías arreglarla…

- ¿Me estás pidiendo ayuda?- sonrió graciosa.

- ¡No! Es sólo por el bien del viaje… Si quieres o si puedes…- se rascó la nuca, incómodo y sonrojado.

- Entiendo, porque yo sí tengo un favor que hacerte.- eso Guts no se lo esperaba.

- No pienso dejarte mi capa, es mi favorita.- empezó a refunfuñar.