Capítulo 20

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Lucas

Hoy celebramos el cumpleaños de Vee, justamente hoy hace un mes justo que cumplía los dieciocho y no había querido celebrar su cumpleaños hasta que nosotros volviésemos de Texas y se acabasen los exámenes.

Se supone que Vee no sabe nada, aunque sospecho que se huele algo, Vee lleva toda la tarde fuera con una amiga suya y los demás estamos en una sala de fiesta que han alquilado los padres de Vee.

La sala en cuestión es enorme y no parece que les haya salido barata, es toda blanca y hay un par de mesas de cristal para poner aperitivos, una barra de mármol negro y una pista de baile enorme con focos por todos lados. Por no hablar del equipo de música que hay que es de lo más nuevo. Los baños no se quedan cortos, son amplios y la decoración es de los mismos colores que el salón.

Los cinco llevamos junto a los padres de Vee, toda la tarde decorando la sala y ideando las cosas para que salga todo a pedir de boca. Emma y Kayla han escogido los colores verde y dorado para decorar la sala. Empiezo a pensar que el color favorito de Vee es el verde, es de las pocas personas que veo que viste de ese color, encima le queda bien porque hace juego con sus ojos.

En las mesas han puesto unos manteles verdes oscuros de terciopelo y los platos de los aperitivos, que Austin lleva mirando desde que se han colocado en la mesa, son dorados. A un lado de las mesas han puesto un gran marco blanco con unos palos dorados, y entre todos hemos estado colocando en ellos donuts con distintos glaseados que no salen de la gama de colores escogida. En lo alto del marco han hecho que Zach coloque un cartel en el que se lee: Donut Bar.

Hay algunas serpentinas y banderines que cuelgan del techo de los mismos colores. En un lado de la pared, Emma, Kayla y Lindsay, la madre de Vee, han colocado unos globos de distintos tonos verdes y dorados, trazando un semi arco. También han pegado un letrero dorado en la pared con el nombre de Vee y un +18.

En el borde de la barra Austin y yo hemos pegado una cortina de tiras verdes y una de tiras doradas, Kayla nos la ha hecho cortar porque llegaba hasta el suelo y no quería que ningún invitado la pisase sin querer y la arrancase. Parece una tontería, pero ha costado pegarlo, lo habremos pegado unas cinco veces y no había manera de que las cortinas se quedasen en su sitio.

La penúltima vez que la he pegado, una de las puntas se ha adherido a la camisa de Austin, él no se ha dado cuenta y al moverse la ha arrancado de donde estaba ya pegada. He tenido que sacar toda mi paciencia para no mandarlo todo a la mierda y poder pegar las cortinas de nuevo sin decapitar a nadie por falta de autocontrol.

En la barra hay vasos de los mismos colores que toda la decoración de la fiesta y varias etiquetas junto a un par de rotuladores permanentes para que los invitados escriban sus nombres en ellas y los peguen en sus respectivos vasos.

Por último, en una esquina, han colocado un carrito de helados bastante antiguo pintado en color blanco con ruedas doradas. Sobre él han puesto varios pasteles de distintos sabores, y delante de cada pastel hay una tarjetita con letra en cursiva en las que indica el relleno de cada pastel, si tiene gluten o si es vegano.

Las chicas estaban cuidando hasta el más mínimo detalle, y a mí me recordaron un poco a Grace en navidad. Lo entendía perfectamente, es el cumpleaños de mayoría de edad de su mejor amiga y querían que todo fuese perfecto.

Más tarde, empezaron a llegar invitados a la fiesta, todos de la edad de Emma y Kayla, el único de mi edad era Rymer. Solo le conozco a él, a su amigo Peter, a su hermana Sasha y a Hannah, la hermana de Emma. Por suerte Blake no estaba por ahí, no le caigo muy bien y lo último que quiero es pasarme la noche preocupado por si viene a dejarme la cara como un cromo por verme cerca de Emma.

A 1080 kilómetros por hora [Impactos #1]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon