Capítulo 5

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Emma

—Emma —alguien susurra mi nombre mientras me zarandea un poco.

—Dime —respondo con voz adormilada.

—Levántate y vístete tenemos que irnos —es Vee, mi respuesta es un gruñido —pensaba que querías ver el amanecer.

—Ya voy... —eso era jugar sucio, pero me levanto o más bien, me arrastro al suelo y después procedo a levantarme.

Kayla me dijo antes de dormir que hoy tenemos planes con los chicos, a lo que le puse mala cara, pero no quiero privarme de conocer a Zach y a Austin por culpa de su hermano.

Me acerco a la cómoda y saco de ella un vaquero corto con el borde de la parte trasera deshilachado. Para la parte de arriba escojo una camiseta ajustada de manga corta de color gris. Me pongo mis zapatillas blancas favoritas que ya no están muy blancas y un collar plateado al cual le cuelga una moneda.

Mientras Vee y Kayla acaban de vestirse, yo entro al baño, en el que están Austin y Lucas. Me acerco hasta donde ellos y cojo mi cepillo de dientes. Austin está haciéndole caras al espejo y Lucas a su lado se lava los dientes. Cuando Austin se da cuenta de mi presencia deja de hacer el tonto y se aparta para que pueda lavarme los dientes.

—Buenos días —me dice Austin, estoy demasiado dormida y lo escucho, pero no le hago mucho caso —Emma, he dicho buenos días.

—Ah, si, buenos días —con mi cara adormilada y mis ojos medio cerrados e hinchados le dedico una pequeña sonrisa.

—Alguien tiene sueño —canturrea.

—Un poco, me cuesta bastante levantarme —ya le había echado pasta de dientes a mi cepillo y procedo a lavarme los dientes.

Lucas pasa de mi y antes de que pueda acabar de lavarme los dientes, se mira al espejo, suelta un suspiro, se pasa las manos por el pelo y se va.

Cuando acabo de lavarme los dientes, limpio los restos del cepillo y paso a lavarme la cara, estoy demasiado dormida. Kayla entra a asearse también y yo procedo a cepillarme el pelo, he dormido con el pelo suelto y lo tengo todo enmarañado. Al volver a la habitación Vee entra al baño, las dos tienen las cosas preparadas encima de la cama y yo ni he estirado las sábanas.

Rápidamente estiro las sábanas y cojo mi mochila. Es la que llevo a todas partes, de color negra para que se ensucie lo menos posible, dentro meto una sudadera por si por la noche refresca, la cámara, el monedero, las llaves y las gafas de sol.

Cojo mi mochila y salgo al pasillo donde están Zach y Lucas de pie, cada uno a un lado distinto de la puerta. Les doy a ambos los buenos días y ambos responden con uno igual. Después Kayla y Vee salen de la habitación y seguidamente Austin sale de la suya.

Sin decir nadie nada, salimos y Vee cierra la puerta con llave. Guarda las llaves en su mochila y recorremos los seis juntos el pasillo. Bajamos por las escaleras y detrás del mostrador no hay nadie. Vee se acerca y coge algo de encima de la mesa, después me lanza lo que ha cogido y yo lo cojo al aire, las llaves del coche de su padre. Es verdad, no me acordaba que tenía que conducir, no cabemos todos en el coche de Lucas.

Cuando llegamos al aparcamiento nos miramos entre todos.

—Bueno... —empiezo a decir —¿cómo nos repartimos?

—Tres y tres ¿no? —dice Zach como si fuese evidente.

—¿Ya, pero como queréis ir?

—Yo con Emma —dice Austin, me saca una sonrisa.

—¿Quién conduce vuestro coche? —pregunta Kayla dirigiéndose a los chicos.

—Yo —responde Zach.

A 1080 kilómetros por hora [Impactos #1]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin