Capítulo 13

405 27 1
                                    

Emma

Estamos en diciembre, después de las vacaciones de navidad vamos a tener los finales, y yo ya he empezado a estudiar. En una semana ya empezamos las vacaciones de navidad, yo este año las paso en California, pero creo que voy a pasar más tiempo metida entre apuntes que con mi familia. Hoy al ser lunes tengo que ir a baile y tengo varias clases por la mañana, tengo en mente que debo estudiar y comprar regalos de navidad.

Y sí, debería ir ya a comprar regalos de navidad porque los chicos van a pasar las vacaciones en Texas, y quiero hacerles un detalle. Tengo dos opciones, comprar los regalos, adivinar la dirección de la casa de los chicos y enviarles allí los regalos. O comprar los regalos, y dárselos a uno de ellos y confiar en que no los va a abrir por el camino.

Lucas y yo estamos muy bien, yo diría que demasiado. Sigo molesta por lo del verano, soy una persona rencorosa y es algo que debo cambiar, pero me hizo daño y a veces recuerdo todo lo que pasó. Pero por muy molesta que esté hay algo de mí que no puede, o más bien no quiere guardarle rencor; parece una tontería, pero es una lucha interna entre mis pensamientos y mi corazón; y la verdad, no sé quién ganará.

Las clases de hoy se me han hecho más largas de lo normal, largas, pero no aburridas. Me gusta lo que estudio y se nota, aunque hay a veces que me gustaría tener menos clases. Entre clase y clase he ido a la cafetería a por el segundo café del día, me paso hasta las tantas estudiando y no estoy segura cuántas horas duermo creo que unas cuatro o cinco aproximadamente.

Kayla está igual que yo pero ella con derecho, pasamos las noches cada una en su cama estudiando, hay noches que ella se va antes a dormir, y noches en las que lo hago yo. Vee estudiará en último momento, estudiar mejor bajo la presión de que al siguiente día se examina, o eso dice ella... aunque ya la he visto alguna que otra tarde resumiendo la teoría de sus clases de psicología.

Por la tarde Lucas me lleva a clase de baile, ya no tengo ni que pedírselo, veinte minutos antes de tener que ir a bailar siempre está frente a mi puerta esperándome y me lleva en coche a las clases.

Como primera clase tengo Jazz, conforme entro a clase encuentro a mi profesora, Ava. Es una chica, no muy alta de pelo ondulado teñido de rojo con la raíz oscura, aunque ahora más bien lleva el pelo rosa ya que ha ido perdiendo tinte. Nos da la bienvenida a todos, dejamos las bolsas rápidamente en unas estanterías separadas por cubículos, en cada cubículo cada uno deja su mochila.

Una vez estamos todos listos, vamos centro de la sala y Ava empieza a calentar, saltamos, corremos en el sitio, hacemos sentadillas... y después nos hace tirarnos al suelo boca arriba para hacer lo que ella llama "operación mojito".

La operación mojito son tres o cuatro minutos de abdominales sin parar, y según Ava lo llama de esta manera ya que hay que ponerse en forma para en verano poder hincharse a beber mojitos. Para finalizar el calentamiento, hacemos estiramientos y nos hace abrirnos de piernas y hacer splits para ver cómo vamos de elasticidad antes de hacer diagonales.

Las diagonales son secuencias de pasos que tenemos que aprendernos en un par o tres de repeticiones, nos ponemos en fila y salimos uno a uno haciendo lo que ha pedido de punta a punta de la sala. En total hacemos tres: una de giros alternando pliés y relevés, otra de chasses y grand jetés, y la última una secuencia de pasos.

Por último, nos empieza a enseñar una coreografía y no, no es nada fácil, esta llena de acrobacias y giros, pero creo que saco algo medio decente. Es la primera vez que tengo tantas acrobacias seguidas en la misma coreografía, y aunque no me salen mal del todo, soy muy exigente con la danza y me gusta que las cosas me salgan perfectas así qué tendré que practicar para que las cosas vayan saliendo.

A 1080 kilómetros por hora [Impactos #1]Where stories live. Discover now