Capítulo 3

446 28 1
                                    

Emma

Abro la puerta del cuarto, y la voz que proviene de nuestra pequeña habitación deja de escucharse, seguramente es uno de los chicos hablando con sus compañeros. La cabeza de un chico aparece por el marco de la puerta de la habitación de nuestros compañeros, al vernos, sonríe.

El chico sale de la habitación y se queda mirándonos un segundo mientras nosotras hacemos lo mismo, no sé Kayla y Vee, pero yo lo estoy repasando de arriba a abajo. Dejamos las bolsas en el suelo porque pesan demasiado.

El chico tiene el cabello rubio, pero no un rubio muy claro, sino que sus raíces son castañas y conforme sus mechones llegan a las puntas de este se van aclarando a rubio. Sus ojos son verdes, no muy claros, más bien oscuros con algún que otro detalle en marrón. Es más alto que cualquiera de nosotras tres, pero no creo que llegue al metro noventa. Sus cejas son gruesas, pero no pobladas, acordes con su cara, su nariz es recta y con la punta es respingada. Sus labios no son ni gruesos ni finos, eso sí el inferior es más grueso que el superior. Va vestido con una camiseta azul marino de manga corta que deja ver algún que otro tatuaje.

—¿Pero bueno, que tenemos aquí? —dice con una sonrisa que hace que se me contagie a mí una —soy Austin Reed.

—Hola —saludo —yo soy Emma King.

—Yo soy Kayla Fernández

—Y yo Vee Crawford —el tal Austin se acerca a darnos dos besos a cada una.

—Encantado —nos repasa de arriba a abajo como yo había hecho con él —así que compartiré habitación con estas tres pivonazas por lo que veo.

—Ni cinco minutos has tardado en tirarles fichas —se escucha una voz que proviene de dentro de la habitación de los chicos.

—Ya sabes como soy hermanito —Austin mira hacia la puerta cruzando una pierna por delante de la otra a la vez que cruza sus brazos sobre el pecho. Espera, ¿hermanito?

—Sí, sí estas hecho todo un casanova —de la misma habitación que ha aparecido Austin, aparece un chico bastante más alto que él.

El chico tiene el pelo negro y los ojos marrones muy muy oscuros, tanto que parecen del mismo color que su cabello. Es muy alto, si tuviese la espalda ancha intimidaría aún más que sus ojos. Sus ojos son pequeños y un poco rasgados, no como un asiático, pero sí que tienen una forma alargada, y parece que estén desafiándote. Además, esos ojos destacan extremadamente teniendo en cuenta que su tez es clara y para ser verano, no está para nada moreno. Sus cejas son gruesas como las de Austin, pero estas son pobladas y sus labios no son ni finos ni gruesos. Su nariz es prominente pero no queda fea en su cara; de hecho, le queda bastante bien. Algo en su cuello me llama la atención, un tatuaje de un colibrí.

—Hola chicas, yo soy Zach Reed —nos tiende la mano a cada una.

—Encantada de conocerte, así que sois hermanos ¿no? —pregunto.

—Si algo así, es... complicado —responde Zach.

—¿No sois hermanos? —pregunta Kayla.

—Sí —afirma Austin.

—Sí y no —le corrige Zach —tenemos el mismo apellido y nos hemos criado juntos, pero somos de padres distintos, es una larga historia.

—Bueno pues que bien qué os haya tocado juntos, los dos hermanitos juntos —dice Vee, decidimos no preguntar sobre el tema de sus padres por si les hace estar incómodos.

—¿Los dos? —pregunta Austin —aún no habéis conocido al peor de los tres —señala la puerta de su cuarto con su pulgar.

—¿Tres? —pregunto yo —¿os ha tocado a los tres juntos? eso sí que es tener suerte.

A 1080 kilómetros por hora [Impactos #1]Where stories live. Discover now