Beso sabor a tequila [1]

Extra #2: +18 (Uno, dos... o tres)

KATHLEEN MYERS

Después de la fiesta, con Daniela pasamos bailando durante varias horas, riendo y disfrutando del reencuentro. Aún trataba de controlar mi corazón por tantas emociones en tan poco tiempo, pero cuándo todos llevaron el conteo a uno, supe que necesitaba que ella fuera mi primer beso de año nuevo.

Me gustaba saber que empecé el año nuevo a su lado.

A las 2 de la mañana ambas nos encontramos con la sorpresa de que éramos roomies con Noah. No necesitamos que lo confirmara para saber que había sido parte de su plan.

Pero Daniela le preguntó y su respuesta fue: Y las paredes son casi insonoras.

No pude evitar sonrojarme más cuando Daniela alzó su dedo pulgar y le respondió: Oye, buena elección de departamento.

En este momento, la forma en que Daniela pasa su mano por mi pierna empieza a darme escalofríos por todo el cuerpo y sé, créeme que sé, que mi ropa interior está hecha un desastre. Lo está desde que la besé y creéme, hazlo, que es incómodo.

Y he sido esta persona tratando de ser correcta y he evitado tirarme sobre ella, aún cuando nos embarca una maldita tensión que está por asfixiarme. Ella sigue acariciando y yo abro un poco mis piernas para luego cerrarlas porque necesito algo de presión y liberación.

Tócame Daniela, vamos.

Tócame. Tócame. Tócame.

Vamos ley de la atracción, no me falles ahora.

─Entonces Kath ¿Tuviste alguna pareja en estos meses?

Ay no.

─No tuve pareja en estos meses porque me encontraba ocupada dándole sentido a mi vida, pero sí hubo un manoseo, una vez, con una chica.

Daniela asiente y se levanta del pequeño mueble para buscar una liga, pero yo quiero su cabello suelto, quiero enredar mis manos en este y jalarlo para...

Dios, mi mente crea tantos escenarios que no me ayudan para nada. Así que me levanto también y ella me mira con los ojos entrecerrados cuando me acerco.

Su traje me ha tenido tonteando todo el rato porque quiero ver más que el inicio de sus pechos y aunque llevo rezando para que ese maldito botón se suelte, no ha pasado. Ni modo, me tocará darle un poco de ayuda.

Mis manos pasan por su estómago hasta subir lentamente por sus pechos y llegar a su cuello. Y sus manos de forma inmediata van a mi cintura en donde dan un breve apretón.

─¿Tratas de seducirme, Myers?

Sonrío. ─Hace mucho que lo hice.

Mis labios acarician los suyos y me pego más a ella necesitando su toque.

Pero ella no hace nada, solo me mira sonriente y me da un breve beso.

Bien, tocará tener la iniciativa.