Beso sabor a tequila [1]

Capítulo 15: Llamada de muerte

🍷🥀🍷

holi, díganme holi

aparezco y desaparezco

disfruten

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CAPÍTULO 15: LLAMADA DE MUERTE

DANIELA WEMBLEY

¿Con qué cara me acerco a Blas?

Es decir, acabo de darle un orgasmo a su novia, en el baño de la universidad.

Su linda y bella novia gimió mi nombre, joder, probé sus labios, probé su cuello, sus pechos y más.

En este momento mi corazón late con demasiadas fuerzas y mira, nadie podría arrancarme la sonrisa que permanece en mis labios.

No sólo besé a mi crush, también tuve un momento íntimo con ella y le mencioné lo molesta y celosa que estaba después de que ella besara a su novio.

Entonces ¿Con qué cara me acerco a alguien como Blas cuando no me arrepiento de tocar a su novia?

Solo lo conocía de pasada, habíamos compartido uno que otro 'buenos días', pero no más, sin embargo minutos atrás y menos de una hora fue lo que necesité para comprender que Blas Tremblay es un buen tipo.

Ni siquiera es un imbécil de esos que merecen que les quiten la novia.

Nop, yo besé a la pareja de alguien que sería incapaz de matar a un zancudo.

Bien, puede que mi sonrisa se haga más pequeña después de que la adrenalina y emoción baje de mi sistema lentamente.

Mierda, Daniela. No haces algo bueno.

Llego al pasillo en donde se están desmontando las cosas de la venta, la cual en palabras del licenciado fue un éxito, todos los libros se vendieron y los que quedaban, los compramos entre nosotros.

En silencio ayudo a mover la mesa con Blas hacia la bodega del primer piso.

—¿Irás a ver el partido? —pregunta cuando cerramos la puerta y miro mis manos rojas por el peso de la mesa.

Tiemblan un poco, pero eso es casi normal por mi situación de salud.

Él parece darse cuenta de la irritación en mis manos y el polvo porque saca un pañuelo de su bolsillo y me lo extiende.

Le sonrío.

Un buen chico.

Mierda.

Joder Blas, tienes que hacer algo que me demuestre que eres un imbécil para así dejar de sentir este pequeño grado culpabilidad.

Vamos.

Patea a un anciano o algo.

Eso no, me agradan los ancianos.

Que tiré basura al piso entonces.

Entonces recuerdo que me preguntó algo. —Sí, solo que haré unas cosas antes, creo que llegaré después de unos 20 minutos.

Limpio mis manos con el pañuelo y le pongo agua de mi botella, cuando termino pienso en si devolvérselo, pero me siento mal porque lo he ensuciado y él dice que me lo quede.

Miro a Kathleen caminar hacia nosotros y me despido de Blas antes de que llegue a nosotros porque aunque me sienta un poco mal, odio la idea de verla tomar la mano de su novio.