Capítulo 12: Ella debía ser mía.

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holi, digan holi

segundo cap de esta temporada llamada: actualizaciones diarias :D

disfruten

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CAPÍTULO 12: ELLA DEBÍA SER MÍA

DANIELA WEMBLEY

Mierda. Me duele mucho la espalda.

Debido a que la extraña sensación en mis piernas sigue un poco presente, me he obligado a ponerme las zapatillas más bajitas y me ando fijando demasiado por donde camino para no tropezar.

Sostengo mis cosas y decido que es mejor si las guardo en mi mochila antes de levantarme y buscar la salida de este lugar, el salón de una de mis clases electivas. Minutos después he dejado atrás el edificio C y me detengo en la puerta de la cafetería, y no entro.

No lo hago porque observo en la parte derecha por el caminito de árboles como Kathleen abraza y le da un beso a Blas en los labios. El momento me sabe agridulce y el tan conocido malestar de celos invade mi cuerpo. Genial, yo quería tener un momento tranquilo.

Era demasiado pedir, mis manos se hacen puños cuando abro la puerta y me apresuro a entrar a la cafetería antes de que empiece a gruñir y a soltar ácido de mi boca.

Veo mi teléfono leyendo el mensaje de Noah y alzo la vista para encontrarlo y poder dejar de sentirme sola.

Lo termino encontrando en una de las mesas del último establecimiento, que casi siempre está vacío y más alejado de los puestos de comida. Así que me acerco y él sonríe al verme, pero deja de sonreír de inmediato como si supiera que algo anda mal.

Deja su computadora de lado y palmea el asiento a su lado.

—¿Qué pasa, Dani?

Sonrío al escuchar el diminutivo y me encojo de hombros mientras dejo mi mochila en la mesa y conecto mi teléfono a cargar.

—Solo estoy mareada. —anuncio mientras me siento y trato de acomodarme a su lado, por lo que él abre sus brazos y me rodea con ellos dándome algo de seguridad.

También debería decirle que estoy jodidamente celosa y molesta porque iba a hablar con Kathleen Myers después de que me comiera la boca el otro día en mi casa y terminé encontrándola besando a su maldito novio.

Lo que, en perspectiva, me convierte en el cuerno.

Genial.

—¿Quieres que te lleve a casa? —pregunta y siento como acaricia mi cabello con sus largos dedos donde hay dos anillos, uno que comparte con Alessandro y Scarleth, mientras el otro es un lindo anillo de oro que seguro cuesta más que mi vida. ─Alessandro y Tania se fueron hace unos momentos, y no tengo más clases, solo trataba de avanzar en un informe de mierda.

Guardo silencio disfrutando de las caricias y respirando su perfume.

Él suspira.

─Dime algo, algodón de azúcar.

—He tenido un poco de mierda en mis días, Noah. He sentido miedo, enojo, algo de diversión, y luego todo se reduce a miedo, enojo y celos. Mucho de lo último. Estoy un poco cansada. —confieso sintiendo un nudo en mi garganta y como mis ojos se empañan brevemente.

Beso sabor a tequila [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora