Beso sabor a tequila [1]

Capítulo 16: Youngblood

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Holi, díganme holi

je, aparezco y desaparezco porque debo ir a recoger a mi madrina al aeropuerto

LES EXTRAÑÉ MIL, disfruten, muak

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CAPÍTULO 16: YOUNGBLOOD

KATHLEEN MYERS

Cuando estaba en la secundaria empecé a sufrir de ataques de ansiedad, los cuales me jodieron durante mucho tiempo.

Radicaba en que a veces estaba bien, siendo feliz con mis pocos amigos, saliendo y divirtiéndome, pero cuando volvía a casa todo se arruinaba.

Los temblores se habían hecho una costumbre en mi rutina, al igual que el llanto como parte de las crisis nerviosas, el dolor en mi pecho que me impedía caminar por miedo a morir y el sentir que no podía respirar era mi tortura casi diaria.

Las noches eran largas cuando el insomnio hacía su aparición, normalmente acompañados de mis miedos, de mis fracasos o de pensamientos asfixiantes.

Sí, las noches eran una mierda, pero los días en la secundaria eran agotadores, no lograba concentrarme por más que lo intentara porque siempre tenía dolores de cabeza, y me sentía preocupada en todo momento sin saber realmente porqué.

La psicóloga dijo que tenía que ver con la enfermedad de mi mamá, esto después de casi un año de terapia. Ella descubrió que pensar tanto en el Alzheimer me estaba afectando y destruyendo internamente.

Ella me recomendó mil cosas, pero entre ellas, me dijo que podía buscar una actividad extracurricular que podría ayudarme a despejar mi mente y encontrar tranquilidad y paz.

Lo cual fue muy complicado teniendo en cuenta que no era buena pintando ─siempre perdía la paciencia y dejaba todo a la mitad, lo cual me terminaba estresando─.

No sabía dibujar ─mis personajes siempre fueron de palitos y hacer casas se basaba en dibujar un triángulo, un cuadrado, un rectángulo de puerta y dos cuadrados pequeños de ventanas─.

No sabía cantar ─seamos sinceros, la mayoría solía imaginarse siendo un famoso cantante, pero yo era, soy, un asco en ello. Me moriría de hambre si mi vida dependiera de cantar─. Papá podría dar fe de mis palabras, siempre que cantaba en mi habitación podría parecer que alguien me estaba lastimando.

Entonces un día mientras miraba memes en facebook, me encontré con Sally te enseña.

Era una academia de baile y leyendo todas las opciones que no llamaban mi atención, estuve por pasar el post hasta que leí al final del apartado.

Danza aérea.

Investigué un poco en internet y al descubrir que podría morir sencillamente decidí que lo intentaría.

Es broma, no te asustes.

Tomé la dirección y papá me llevó a este lugar para averiguar un poco más sobre la academia de baile y que tan segura era.

La instalación era gigante, había maestros de baile, de tango, bachata, vals, merengue y de cualquier otro tipo de baile que puedas imaginar.

Todo era maravilloso, pero cuando vimos la habitación en donde las telas colgaban, la cara de espanto de mi papá fue divertida y yo pensé, hay dos posibles resultados: