Beso sabor a tequila [1]

Capítulo 22: Declaraciones de una ebria

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HOLI, DIGAN HOLI

CAP DE BSAT ASDJASPNCSJNSD HELP

NO RECORDABA QUE TOCABA JUSTO ESTE CAP, ESTAMOS A SEIS CAPÍTULOS DE LO BUENO

disfruten

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CAPÍTULO 22: DECLARACIONES DE UNA EBRIA 

KATHLEEN MYERS

Se supone que uno aprende de los errores.

Teniendo en cuenta lo destructiva que me convierto cuando estoy ebria, debería decirse que mi relación con el alcohol debería estar controlada.

Pero entre lo que debería hacer y lo que hago hay un puente gigante que cruzo sin importarme a donde llegaré.

Estoy ebria de nuevo.

Lo sé, qué sorpresa.

Tomo de la botella de tequila mientras el sabor amargo me arde en la garganta. Cierro los ojos permitiéndome olvidar donde estoy mientras la voz de Rick Montgomery llena mi mente por medio de mis audífonos.

I'm Mr. Loverman jamás me ha dolido tanto como hoy.

Las canciones tristes de amor duelen de una forma diferente cuando el amor que extrañas es el propio.

Cuando no entiendes cómo fue que te terminaste convirtiendo en lo que eres hoy.

Cuando no entiendo en qué momento del camino me perdí, o cuándo dejé de ser feliz y cuándo podré volver a ser quien un día fui.

Estoy cansada de arruinar todo a mi alrededor, de lastimar a quienes quiero y de no poder detenerme con algo tan estúpido como el alcohol.

Si mamá y papá decían que yo sería fuerte ¿Cómo es que hoy no puedo enfrentarme a mi misma? ¿Cómo hago para dejar de estar aterrada? ¿Para dejar de sentir que no hay un futuro para mí?

Mis ojos se llenan de lágrimas y no evito que caigan.

Necesito dejar de sentirme tan mierda y llorar, el alcohol y la música es lo único que me ha servido.

I've shattered now, I'm spilling out upon this linoleum ground

El nudo se vuelve más fuerte en mi garganta y respiro con fuerza intentando mantener el control.

No se supone que hoy iba a estar ebria. No se suponía que esto iba a suceder, pero el dolor en mi pecho es tan fuerte que no puedo evitar desmoronarme y desear que todo termine.

Tal vez es mi karma, tal vez el cosmo ya se dio cuenta de todo lo que he hecho y hoy me devolvió una de mis flechas perforando mi corazón agrietado.

Fue un tiro directo, y jamás una flecha dolió tanto. No hasta hoy.

Llegó ese día. Mamá me olvidó.

Mi mejilla doliente y roja solo hace que la escena se vuelva a repetir mil veces en mi cabeza.

En la mañana llegué a casa para visitar a mamá. Mientras Rita estaba haciendo la cena yo subí a la habitación de mi madre para hacerle saber que estaba en casa.

Ella no me reconoció y yo no andaba esa foto impresa que suelo andar en el protector de mi teléfono y no me dio tiempo de buscar en mi galería para mostrarle alguna foto de nosotras.