🎄Capítulo 2🎄

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—Leí un cuento frente a toda la clase —responde sentada en la parte trasera.

—Excelente pequeña, tienes que volverlo a leer, pero esta vez para mí —menciona mi hermana

—En la noche lo puedo leer para ti. ¿Podemos dormir juntas?

—Claro pequeña, y estaré esperando con ansias que me leas —responde ella.

—Les parece bien si comemos fuera de la casa.

—Está bien por mí —responde la rubia que no despega la vista de su móvil.

***

Termino de subir las tres maletas al coche mientras espero que bajen Mara y Dafne que regresaron por algo que olvido mi pequeña hija. En cinco minutos ya nos encontramos en camino al lugar que Becca ha alquilado para que pase el fin de semana con mi hija.

Hoy fue su último día de clases, al parecer mi hermana lo planeo muy bien para que coincidiera con las vacaciones de mi pequeña hija.

Mara conecta su teléfono a el automóvil cuando me lo pide para reproducir música que las distraiga del camino.

Becca no dio muchos detalles cuando le pregunte por el lugar, solo menciono que se encontraba en la misma ciudad, pero en el bosque. Mara también quiso saber más del lugar y ella le dijo que en las vacaciones de verano ella paso unos días cuando estuvo en la ciudad y le gusto el ambiente tranquilo que se sentía y era perfecto para alejarse de los problemas y descansar. Le dio las redes sociales del lugar y mi hermana me mostro algunas imágenes de las cabañas que alquilaban.

Cincuenta minutos después con la ayuda del GPS que me indica los lugares que debo tomar para llegar hasta las cabañas que se encuentran en el medio del bosque.

El enorme letrero colgado en medio de los arboles me indica que hemos llegado a nuestro destino. Le pido a Mara que se adelante por las llaves de la cabaña entregándole mi móvil donde se encuentra el correo que me envió Becca con la reservación, mientras yo bajo las tres maletas.

Regresan a los cinco minutos.

—¿Cuál es? —pregunto cuando llegan a mí.

—Fueron a traer las llaves —responde mi hermana.

Cada quien toma sus maletas cuando aparece la persona que nos indicara la cabaña en la que nos quedaremos.

—Eres de aquí —pregunta mi hermana al sujeto que nos acompaña.

—Si

—No pareces y tu acento no ayuda mucho —responde Mara arrastrando la maleta por el camino terroso.

—Mi acento se debe a que hace como cinco años que vivo en Italia —responde el sujeto que ya entro en confianza con mi hermanita— Además de que también he residido en Londres. En ocasiones los acentos llegan a mezclarse.

Tengo que confesar que Mara tiene ese no sé qué, que hace que las personas confíen en ella y entren en confianza. Mis hermanos y yo somos iguales, mi madre dice que es algo que heredamos de nuestro padre.

—Pero como fue que viviste a dar aquí —pregunta la rubia quien lleva de la mano a mi hija mientras yo sostengo la maleta de la niña.

—Mi amiga es la dueña del lugar —responde el tipo.

—La podemos conocer —pregunto metiéndome en la conversación de dos.

—Claro, no creo que ella se quiera negar a conocerlos. Pero tendrá que ser en otra ocasión ya que salió hace una hora al aeropuerto.

—Tenemos dos semanas para conocerla —responde Mara.

Llegamos hasta la edificación de madera. El sujeto le entrega las llaves a Mara y nos indica que si tenemos alguna duda o emergencia siempre habrá alguien en recepción a quien podemos llamar.

Mara abre la puerta para que los tres entremos, ambas rubias entran al mismo tiempo peleando por entrar primero.

Doy una vista rápida al lugar.

Es de dos pisos. En el primero se encuentran la cocina, una puerta de una habitación a la que entra Mara con Dafne, una chimenea, estufa de leña, butacas y sillones que se ven muy cómodos y decoraciones de madera. Tomo las dos maletas y subo con ellas las escaleras que llevan al segundo piso.

Hay dos habitaciones, dejo la maleta de Dafne en la primera habitación y la mía en la puerta continua. Bajo con las chicas quienes se encuentran en uno de los cómodos sillones. El teléfono de Mara se escucha y ella responde entrando a la habitación. Seguramente es Becca para comenzar a secretearse juntas como las conozco también de seguro es de mí de quien hablan.

—Dafne, salimos a caminar para conocer el lugar.

—Si papi —responde poniéndose de pie.

Salimos de la cabaña después de decirle a Mara donde estaremos. Ella toma mi mano y comenzamos a caminar sin rumbo fijo. Hay más cabañas que nos rodean, pero preferimos entrar al bosque. Cuando llevamos varios minutos caminando nos damos cuenta que estamos por entrar a una propiedad privada así que damos la media vuelta y tomamos otro camino evitando problemas.

La noche se está haciendo presente cuando el sol se comienza a esconder. Después de caminar casi media hora en el bosque encontramos una cascada a la que mi hijo se quiso quedar a ver y fotografiar para presumir con sus amigas cuando la vimos caminando.

La cámara que Dafne utiliza Mara se la entrego esta misma tarde cuando mi hija la vio en su habitación. Mi hermana hace mucho que no utiliza esa cámara, solo la guardaba porque pertenecía a nuestro padre y creo que de alguna forma ella la conservaba para sentir que tenía algo de él.

Yo me encuentro sentado en una piedra grande mientras ella hace su sesión de fotos. Se acerca a mí en un par de ellas diciendo que se las mostrara a su abuela cuando regrese.

Miro la hora en mi reloj. Llamo a Dafne para decirle que es momento de regresar a la cabaña. El cielo ya se encuentra oscurecido, debimos regresar más pronto cuando este aún se encontraba con claridad. Espero que no nos perdamos.

Mara me llama para preguntar dónde nos encontramos, respondo cuando dice que saldrá de la cabaña porque el sujeto de la recepción la ha invitado a no sé qué lado.

Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz