章节 二十

686 110 13
                                    

Casi para cumplirse los dos meses de haber terminado su relación con Liu HaiKuan, ZhuoCheng finalmente partiría nuevamente a Los Angeles para tratar con los asuntos puestos en el lugar

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.

Casi para cumplirse los dos meses de haber terminado su relación con Liu HaiKuan, ZhuoCheng finalmente partiría nuevamente a Los Angeles para tratar con los asuntos puestos en el lugar. Había vivido en ese lapso de tiempo en un alquiler bastante pequeño, al igual que lidiando él sólo con sus repentinos ataques de ansiedad.

No iba a regresar con HaiKuan. No podía ponerlo más en riesgo sabiendo que su madre aún los tendría en la mira hasta que volviera. Además, estaba consciente de que le había hecho demasiado daño con sus habladurías aquella noche.

Llegó al aeropuerto en compañía de Dilraba, decaído, como el último lapso de tiempo. Dil Jie pasó uno de sus brazos por sus hombros, abrazándolo de costado a la par que lo apretaba un poco, como si intentara reconfortarlo. Sonrió apenas, alzando la vista al frente, quedándose congelado para cuando a su frente quedaron su otro par de amigos, pero al lado de ellos, HaiKuan.

Los otros llegaron a donde estaba, siendo soltado por Dilmurat para que ahora fuera Xiao Zhan quien lo abrazara, pero él juntando todo sus cuerpos hasta apretarlos a ambos. A pesar de la cálidez que el pelinegro le transfería, simplemente no podía dejar de sentirse miserable cada que, con rápidez, alcanzaba a mirar al que una vez fue el motivo de sus días alegres. Notó de igual manera su expresión cansada, llena de decadencia; tal como él.

Zhan rompió el abrazo, manteniendo sus manos sobre las suyas. —¿Es posible que puedas volver?

Abrió y cerró la boca varias veces, no teniendo idea de que decir. Quería hacerlo, pero sabía también que quizás podría ser posible. —Yo... no lo creo.— Miró de reojo a HaiKuan con pesar. Tomó aire, girándose otra vez a su amigo. —Mi familia y amor está allá.

Wang Yibo fue ahora quien se acercó a él, sin abrazarlo, sólo sonriéndole ligeramente. —Asegúrate de no olvidar la familia que tienes aquí.

—No podría hacerlo nunca.— Musitó, refiriéndose más que nada a la familia rota que antes tuvo con el médico, el cual tenía la mirada en el suelo, evitando verlo, o deseando irse pronto de ahí. Quiso decir agregar. Sin embargo, fue interrumpido por la grabación que anunciaba la salida pronta de su vuelo. Suspiró, agarrando el manubrio de su maleta. —Creo que es hora.

Dilraba fue la única que se había mantenido callada, teniendo su atención en las facciones que el mayor de todos hacía en cada pausa que se presentaba. Para cuando dió el último abrazo de despedida, estando ya de espaldas en disposición a caminar, Liu HaiKuan sacó del bolsillo de su pantalón una pequeña tarjeta. —ZhuoCheng...

Sintió una punzada en su corazón por ser llamado de tal manera, al igual que por el tono de voz tan extenuante. No se volteó, lo miró por encima de su hombro, sin responder nada, sólo haciendo aquello, esperando para que el otro hablara. Liu HaiKuan, por el contrario, extendió su brazo, tratando de entregarle la tarjeta de antes. —¿Q-Qué quieres?

—Esto fue lo primero que te dí. Es tuyo, por favor, llévalo contigo.

Apretó la agarradera de su maleta, girando su rostro devuelta al frente. Después, sin decir nada, sin siquiera mirarlo, caminó para abodar, dejando atrás a su familia.

Hello, Little Happiness.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora