Xiao Zhan es un inseguro chef de comienzo que sólo busca una salida a la mala vida que lleva. Sin embargo, en esa búsqueda se encuentra con Wang Yibo, el chico con el cual aprenderá que el corazón puede volver a ser reparado para amar.
Wang Yibo es...
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Xiao Zhan chasqueó la lengua levememte, degustando la pequeña porción del platillo con el que había estado batallando. Tronó la boca, casimente lanzando a un extremo de la cocina del hospital el cucharon con el que removía la sopa que degustó. Sus horas de trabajo habían culminado apróximadamente tres horas atrás, por lo que era el único dentro del área al ser ya de noche.
Probaba a cucharadas pequeñas un plato que Wang Yibo le contó que su madre le preparaba de pequeño, pero que una vez que esta falleció, ni siquiera Dilraba pudo recrearla.
Por esto, Xiao Zhan lo llevaba intentando desde dos meses atrás. Pero nunca le resultaba.
Suspiró, agarrando otro cucharón del estante a su lado para seguir intentando. Apagó el fuego después de unos minutos, dejándola enfríar para guardarla y no se echara a perder, puesto que no le había resultado, pero no lo tiraría. Estaba de espaldas a la puerta de entrada, por lo que, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo cuando escuchó que esta se abría con lentitud, haciendo que rechinara.
No volteó. Una sensación de miedo lo invadió ridículamente dado al sonido de antes.
Se giró de pronto con rápidez, soltando un chillido, mientras lanzaba una sartén limpia que tenía a su lado hacia la nueva persona que había entrado, y que, estaba a tan sólo un metro de su distancia. No se inmutó en ver al hombre, sino que, con ímpetu agarró el cucharón de antes, extendiendo todo su brazo como si aquello pudiera defenderlo.
Ironícamente tenía los ojos cerrados, apretándolos para no ver a la supuesta cosa que estaba frente a él.
Sintió su muñeca ser rodeada por una mano, a lo que apretó aún más los párpados, y trató de soltarse. —¡Déjame! ¡Déjame!
—¡E-Espera! ¡Soy yo!
Se congeló completamente. Abrió los ojos lo más rápido que pudo, viéndo al frente para toparse con el rostro sorpresivamente escándalizado de Wang Yibo. Su semblante asustado se suavizó, sin poder hacer nada más que emitir una pequeña sonrisa en cuanto el otro le dedicó una. Pero aún manteniendo su expresión de sorpresa. —¿Qué haces aquí?
Wang Yibo soltó su muñeca, calmándose también por todo lo que había sucedido segundos atrás. Se le acercó, poniéndose a su lado. —Mi turno terminó, pero no fuiste a la oficina. El Jefe de cocina me dijo que pediste horas extra, ¿Y eso por qué?
Hizo un melifluo decaído, asintiendo, a la par que volvía a remover su preparado. Después, agarró un poco con la cuchara, lo sopló ligeramente, antes de extenderlo a su novio. —Pruébalo y podrás verlo.
El castaño abrió la boca, dejando que la sustancia entrara en ella. Chasqueó la lengua, frunciéndole el ceño. —Está delicioso, es dulce ¿Cuál es el problema?
Xiao Zhan formó un puchero, probando el también la sopa. —¡Ese! Se supone que tiene que ser una mezcla entre lo dulce y agrío, pero domina más el primero, entonces no lo estoy haciendo bien. Quiero que esté correcto para tí. Además, una vez que me resulte, podré presentarlo con el Jefe de cocina para que lo evalúe.
