章节 六

1.1K 193 25
                                    

Liu HaiKuan sabía que algo estaba mal con él al momento en que vió a Wang ZhuoCheng caminar a su dirección por el otro lado de la calle con una sonrísa plegada en el rostro mientras lo miraba con alegría y agitaba su mano en el aire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Liu HaiKuan sabía que algo estaba mal con él al momento en que vió a Wang ZhuoCheng caminar a su dirección por el otro lado de la calle con una sonrísa plegada en el rostro mientras lo miraba con alegría y agitaba su mano en el aire.

No le molestaba en lo absoluto. Incluso disfrutaba de la presencia de ZhuoCheng; pero el problema venía al instante en que su corazón se alborotaba por el simple hecho de ternerlo cerca.

Como ahora, que el contrario estaba a unos cuantos metros de él, aún con su gran sonrisa. No obstante, sus latidos érraticos que en un principio eran por una sensación de nervios, ahora fueron reemplazadas por una de angustia, porque ZhuoCheng, al ir casi corriendo, dió un paso en falso que hizo que su tobillo se doblara dolorosamente y cayera al suelo al no tener de donde sostenerse.

A paso veloz se acercó a Wang, sosteniéndolo por los antebrazos para quitarlo del paso de las demás personas.

Lo ayudó a sentarse en uno de los bancos de ahí, empezando a darle ligeras vueltas al pie, ganandose diversas quejas de dolor por parte de ZhuoCheng. El mismo intentó cambiar su expresión quejosa a una normal en cuanto Liu HaiKuan alzó la mirada para verlo. —¿Crees que poder caminar a mi oficina?

Wang ZhuoCheng se mantuvo callado por unos segundos, mentalizando todo el trayecto que debían hacer para llegar al consultorio del médico a su frente. —No creo poder hacerlo. En verdad duele.— Le dolía, claro que sí. Pero no lo suficiente para que no pudiera caminar; sólo quería tener más contacto con su mayor, o simplemente ver que hacía éste después de recibir su respuesta.

Pero sinceramente, no se esperaba que HaiKuan le asintiera con seguridad reflejada en el rostro, antes de ponerse de espaldas a él, aún en cuclillas, palmeando su propio hombro. —Te llevaré, así no te lastimarás.

Desde su lugar, Zhuo Cheng hizo un mohín con los labios, dudando en si debería hacerlo o no. Al final cedió, porque era algo que quiso provocar. Rodeó el cuello del contrario con sus brazos, agarrándose con fuerza, pero asegurandose de no llegar a presionar demasiado. Eventualmente, sus piernas fueron sostenidas con aseguro por HaiKuan, alzándolo con normalidad.

El último mencionado sonrió, sintiendo nuevamente esa sensación de cosquillas en el estómago al momento en que la apenas perceptible respiración del azabache quedó cerca de su mejilla.

. . .

—¿Puedes no ser demasiado brusco? Créeme que esto duele más de lo que pensé.— Zhuo Cheng nunca había sufrido tanto como ahora. El médico estaba presionando su tobillo con una compresa fría, pero este en lugar de hacerlo suave, presionaba mucho que parecía que su dolor nunca se iría.

Un gritito fue emitido por el mismo al recibir una fuerte presión en el área, haciendo que sin pensarlo le diera un manotazo, tirando de tal manera la compresa, quedando con sus manos tocandose. —¡Te dije que estaba doliendo!

Hello, Little Happiness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora