Xiao Zhan es un inseguro chef de comienzo que sólo busca una salida a la mala vida que lleva. Sin embargo, en esa búsqueda se encuentra con Wang Yibo, el chico con el cual aprenderá que el corazón puede volver a ser reparado para amar.
Wang Yibo es...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
A pesar de que era de día, Xiao Zhan podía escuchar y sentir perfectamente el acecho de alguien desde su detrás. Tomó aire, apurando su paso por entre el amplio camino del parque central.
No volteó. Tenía miedo. Mentiría si lo negara, y es que Wang Yibo no estaba con él en ese momento, lo esperaba del otro lado del gran lugar en el estacionamiento. Caminaba con ritmo normal, aumentándolo de vez en cuando cada que percibia que los pasos parecían acercarse de más a él.
Aún le faltaba un buen trayecto por recorrer para llegar al punto de encuentro, por lo que, apretando uno de sus puños, finalmente se giró, encarando a la persona que lo seguía. Era un hombre que no conocía ni siquiera de vista. —¿Qué desea?
Xiang Tian cambió su semblante, sonriendo con triunfo malicioso. —Tú eres la nueva prostítuta de ese doctor ¿No?— Respondió mofándose, mirándolo también de arriba a abajo, examinándolo.
Xiao Zhan se cohibió. Estaba lejos de enojarse, lo único que pudo sentir fue estar siendo hecho de menos, como antes. —¿A qué se refiere?— Cuestionó, exaltandose al momento en que el otro lo tomó fuertemente de la muñeca. Torció la mano, intentando liberarse, poniéndo también resistencia al jaloneo del hombre. — Suélteme.
—Tú vienes conmigo.— Tiró de él con fuerza, provocando de tal manera que perdiera un poco el equilibrio, inclinándose ligeramente por la brusquedad ejercida.
—¡Oye tú!, ¡Déjalo en paz!— Una voz femenina resonó en sus oídos. No se dió cuenta en que instante estuvo libre del agarre de Xiang Tian, teniendo ahora a su costado a Wang ZiXuan, quien, sin previo aviso, abofeteó al otro hombre. —Imbécil, déjalo.
Xiang Tian sacó a flote un bufido, recomponiéndose por el golpe de la chica. —Hermanita, ¿Por qué te metes en asuntos que no te conciernen? Y que, además de que no lo hace, defiendas a la puta del hombre que quieres. De verdad eres tan estúpida.
ZiXuan contrajo el ceño con molestía, agarrando su mano con lentitud. Suavizó levemente su expresión cuando giró la mirada hacia él. Negó con la cabeza, como si tratara de decirle que no era verdad. Después, se volvió a Xiang. —Puedes ser mi hermano pero no voy a defenderte de todo lo malo que has causado. Ni Xiao Zhan ni Wang Yibo tienen culpa de lo que hiciste.
El hombre mayor fue ahora quien alzó la mano hacia ZiXuan. Sin embargo, antes de que pudiese hacer algo en su contra, Xiao Zhan la jaló, dado que sus manos aún estaban agarradas entre sí. Por suerte, Xiang no los siguió, permitiendo que ambos menores correspondiera cada quien a las indicaciones del otro a correr para alejarse del área. Una vez que entraron al estacionamiento, pudieron tranquilizarse con levencia. Bajaron la rápidez de sus pasos hasta quedar a ritmo lento, y regularizaron su respiración.
Retorció la mano, ganándose una disculpa por la femina, la cual lo soltó casi enseguida. Ella quiso hablar, no obstante, fue interrumpida por Wang Yibo al momento en que llegaron a donde estaba. Xiao Zhan sonrió, abriendo la boca para decir algo, pero la borró rápido cuando recordó que la chica aún estaba a su lado. La miró, teniendo con eso ninguna respuesta en habla, pero si una sonrisa pequeña en conjunto de un asentimiento.
