Xiao Zhan es un inseguro chef de comienzo que sólo busca una salida a la mala vida que lleva. Sin embargo, en esa búsqueda se encuentra con Wang Yibo, el chico con el cual aprenderá que el corazón puede volver a ser reparado para amar.
Wang Yibo es...
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Si Wang ZiXuan odiaba algo, eso era la actitud de su jefe; el CEO de la empresa Gong, Gong Jun.
Y esque el hombre no era irresponsable con su trabajo. Al contrario, su vida era eso, pero muy aparte de ese asunto, su carácter arrogante con prácticamente todos echaba a perder todo lo bueno que se le podía ver a simple vista. Además, de que ella, por ser su asistente tenía que pasar la mayor parte del tiempo detrás de él, teniendo que soportar sus expresiones creídas y que cada cinco segundos mencionara a Xiao Zhan, una persona que ni siquiera conoce.
Nuevos documentos habían llegado para ser revisados por Gong Jun, por lo que tendría que ir a su oficina obligatoriamente. Así lo hizo, fue al lugar, para que sin tocar la puerta, entrara y pusiera las carpetas en el escritorio del hombre, quien estaba concentrado en el computador, anotando por aquí y por allá con apuro notable.
Wang ZiXuan se estaba frustrando, porque no podía simplemente dejarle los documentos así nada más, sino que tenía que darle explicaciones de lo que los otros proveedores deseaban para con la empresa.
ZiXuan inhaló profundo, tratando de calmar la sensación de exaspero que la estaba invadiendo. Dado a esto, Gong Jun la miró finalmente, cuestionando con la mirada, a lo que ella sonrió fingida. —Jefe, los proveedores de Shangai necesitan que estos documentos esten firmados para antes de la medianoche. Es urgente que lo haga.
Gong Jun suspiró cansado. Sin embargo, tenía un asunto pendiente en otro lugar. Se levantó de su asiento, caminando hasta la puerta de su oficina, ignorando por completo a la chica. —Tengo algo que hacer, fírmalos tú. Eres de confíanza, y después de todo, ya escuchaste las condiciones puestas por ellos.
En cuanto el superior salió, ZiXuan no pudo evitar rodar los ojos, imitando sus palabras con voz aguda mientras tomaba asiento en el lugar de su jefe.
Comenzó de tal manera a leer, firmar, sellar, e incluso resolver los correos que llegaban al computador. En una de esas, cuando se decidió por descansar sus manos, su vista quedó puesta sobre una de las fotografías que Gong Jun tenía enmarcadas en el escritorio.
Era él, con otro chico lindo, el cuál pudo reconocer rápidamente, pues lo había visto antes en el hospital.
Negó con la cabeza, viendo como el único que parecía feliz era el CEO, puesto que el más pequeño tenía una expresión de incómodidad en el rostro a pesar de que también mantenía una sonrisa plegada, aunque esta se viera más forzada que nada.
Supuso que ese era Xiao Zhan, y dado a eso, sonrió un poco. Después, solamente volvió a su trabajo inicial. Pero a pesar de ello, una chispa de duda en su interior la carcomía.
En el computador, la ubicación de Gong Jun marcaba que este estaba en el Hospital central, ZhuTing.
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Wang Yibo siempre fue alguien con una paciencia infinita, capaz de soportar cantidades de tiempo para hacer o recibir alguna cosa.
