章节 七

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Sus párpados pesaban demasiado, la iluminación del lugar donde estaba lo cegó por unos instantes cuando abrió los ojos, cosa que lo llevó a cerrarlos nuevamente por unos segundos

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Sus párpados pesaban demasiado, la iluminación del lugar donde estaba lo cegó por unos instantes cuando abrió los ojos, cosa que lo llevó a cerrarlos nuevamente por unos segundos.

Continuamente, con lentitud, Xiao Zhan los abrió despacio para acostumbrarse a la luz del área. Se sintió desubicado una vez que su vista se aclaró, logrando ver ligeramente las paredes, y notando que no pertenecía a casa, ni a algún lugar conocido. Dado a esto, aún sin percatarse de la intravenosa traspasando su piel, se incorporó con apuro.

Por su repentina acción, el mareo ocasionado por lo mismo llegó a él, al igual de un dolor de cabeza más horrible que las que solía tener como síntoma secundario del tumor. El brazo que tenía libre lo llevo hacia un costado de su cabeza, sosteniéndolo como si eso pudiese evitar que siguiera doliendo.

No recordaba con exactitud que más había pasado después de haber entrado a la oficina de Wang Yibo, lo único en su mente era la sensación de ser atrapado por el que seguramente fue el obstreta, pero antes de eso, nada.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió, dejando a su vista una doctora que fácilmente interpretó como la que estaba a su cuidado. Ella, con una sonrisa en el rostro se le acercó, sentándose a un lado de la camilla. —Despertaste. ¿Cómo te sientes?

Xiao Zhan leyó el gafete de identificación de la femina a su favor. Sonrió también cuando se percató de que era la hermana de su Lao Wang, Dilraba. —¿Por qué estoy aquí?— Trató de mover el brazo que tenía incrustada la intravenosa para moverse, a lo que la contraria lo detuvo.

Dilmurat sostuvo a Xiao Zhan de los antebrazos, deteniendo algún movimiento que este pudiera hacer. —Mantente quieto.— Ella sonrió nuevamente, sacando de una carpeta que antes tenía en mano el documento del diagnostico hecho de Xiao Zhan. —Tu deficiencia de hierro ocasionó que tus niveles de glóbulos blancos predominaran tu cuerpo, teniendo de tal forma más de estos que glóbulos rojos.— Pronunció, mirando el rostro confundido del chico, a lo que prosiguió. —Tienes anemia.

Xiao Zhan bajó la vista hacia sus manos, con las cuales jugaba por la culpa que sentía al haberse descuidado tanto. —¿Por eso me desmayé?

Dilraba hizo un sonido de negación, a la par que giraba su cabeza de un lado a otro. —Además de tu anemia, estás demasiado agotado. Tuviste un colapso por cansancio, tu cuerpo no resistió más, necesitas descansar. Mañana se te dará de alta, pero tienes que reposar por al menos dos semanas siguiendo un mejor hábito de alimentación que más tarde voy a darte.

El pelinegro se detuvo a pensar por un momento. La tarifa de su cirugía, que era lo que lo hacia sobrepasarse con su trabajo estaba resuelta. Ahora, lo único de lo que se preocuparía era conseguir su propio hogar para no darle más molestías a Yibo. Pero de tal manera, no había tanto de que apurarse en exceso.

Un melifluo de afirmación salió de los labios de Xiao Zhan, a lo que la jóven no se resistió más y soltó un chillido de ternura, apretando una de sus delgadas mejillas con una sonrisa. —Sigues siendo tan lindo.— Le dijo con voz suave, momentos antes de levantarse e irse. Lo dejó solo, con una mujer mayor, con la cual compartía habitación y que también estaba en cama.

Hello, Little Happiness.Where stories live. Discover now