13

4K 217 41
                                    




════════════════



La herida del señor Heyward en su cabeza me sorprendió mucho cuando llegamos

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.




La herida del señor Heyward en su cabeza me sorprendió mucho cuando llegamos. Le salía sangre de esa parte y le caía por su camiseta de manga corta blanca. Sin embargo, él parecía estable y hablaba con normalidad. Más que asustado, parecía confundido.

Sarah le estaba curando la herida, y después cogió una tirita que le colocó en la herida con cuidado, tratando de ser lo más dulce posible.

—Avíseme si le duele.

—¡No! No. Lo haces perfectamente.

Sin embargo, cuando terminó de colocarle la enorme tirita en la parte superior de la cabeza, justo encima de la ceja, el señor Heyward soltó un quejido por el dolor.

—Ya está.

—Gracias, cielo.

Sarah se alejó mirando a John B con anhelo, pero él apartó la mirada con pesar. Yo mordí mi labio.

—Papá, ¿qué ha pasado? —Le preguntó Pope en cuanto el señor Heyward fue curado, mirándolo con preocupación.

—Oh, tendría que habérmelo olido. Ha venido cuando estaba a punto de cerrar. Me ha pillado por sorpresa. Me ha derribado y me ha puesto la rodilla en el pecho. Y me ha preguntado por esa... esa llave. La del dibujo que me enseñaste.

JJ y yo nos miramos al mismo tiempo, con una mueca, sabiendo que aquello era más importante de lo que un momento inicial habíamos pensado.

—Y, por si os lo estáis preguntando, no le he dicho nada.

Yo sonreí.

—Es usted un hombre duro de roer, señor Heyward —dije algo divertida.

—¿Lo dudabas, Charlotte? —Miró a su hijo—. ¿Qué? ¿Fuiste a buscar la llave?

Pope se quedó en silencio y después juntó los labios con fuerza alzando la mirada hacia nosotros, que lo mirábamos con atención. Obviamente sabíamos que la tenía.

Entonces la sacó de su bolsillo y se la tendió a su padre, que la agarró y la miró con expresión estupefacta.

—La encontré en el piso de la yaya encima de la farmacia. Tal y como me dijiste. —le explicó Pope sentándose a su lado lentamente, mientras su padre examinaba aquella llave.

—Joder, tendrías que habérmela dado. Así no me habría metido esa paliza. ¿Y a qué tanto bombo? No vale nada. ¿Por qué están tan interesados en esta antigualla? —Nos miró con el ceño fruncido.

—No lo sé —Pope se encogió de hombros—. Primero recibo esa carta diciendo que vaya a Charleston. Y luego conozco a esa mujer rica que quiere que le de una llave que ni sabía que tenía mi familia.

DOPENESS ━━ OUTER BANKSWhere stories live. Discover now