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Donde JJ descubre que la hermana melliza del estúpido Topper Thornton no es sólo una cara bonita, y que no es tan creída y tonta como él creía.
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Donde Rafe Cameron se da cuenta de que que a pesar de esa coraza fría y sin sentimie...
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Rafe.
JJ.
Los dos, a pesar de todo lo que estaba pasando a nuestro alrededor, rondaban mi cabeza en ese instante sin parar. No sabía qué sentir, no sabía si debía sentirme culpable por los pensamientos que estaba teniendo respecto a ellos. No podía más. Era demasiada confusión que asimilar.
Rafe Cameron. El chico de mis sueños desde que tenía conciencia. El hermano de mi mejor amiga desde que era enana. El chico con el que yo soñaba poder salir incluso cuando era una niña que no debía pensar en esas cosas. El chico con el que jugaba de pequeños, con el que viví tantas cosas y del que estuve enamorada tanto tiempo. El chico el cual este verano había mostrado que sentía lo mismo y que me había hecho sentir increíble. Mi novio. O al menos hasta ahora. Y de repente, me doy cuenta de que no era lo que yo pensaba y acaba asesinado a una persona. Sólo por su padre al cual necesita mostrar que es el mejor hijo de los Cameron.
JJ Maybank. El chico que siempre se había metido conmigo, que me miraba de reojo desde la distancia y que siempre se reía de mi familia. El chico delincuente y pobre que había pasado su vida en un constante desastre, al cual yo creía odiar. Y de repente, comienzo a ver una faceta de él que me gustaba, me di cuenta de que no era sólo un chico malo con una cara bonita. De repente, me confiesa que se está enamorando de mi y que su comportamiento extraño de últimamente se debía a lo que sentía por mi.
¿Cómo procesar todo aquello?
—¿Todo bien? —Me susurró Kie al ver mi expresión mientras subíamos a la ventana de Sarah intentando hacer el menor ruido posible.
Yo la miré y no pude ocultar mi estado de ánimo, el cual era estar en un shock que no conseguía quitarme. Kiara también parecía rara en ese momento.
—No —respondí con los ojos muy abiertos.
—Yo tampoco.
Entonces fruncí el ceño con confusión.
—¿Por?
Kiara mordió su labio y miró hacia abajo, donde habíamos dejado a Pope. Luego me miró en cuanto llegamos al balcón, donde estaba la ventana de Sarah. Exhalé algo cansada por haber subido eso.
—Pope me ha dicho que está enamorado de mi.
—¿¡Qué!?
Kie rápidamente me tapó la boca chistándome. Yo asentí.
—Grita más si puedes —susurró con sarcasmo.
—Perdón —murmuré cuando ella bajó la mano. Esta vez lo repetí en un susurro—. ¿Qué?
—Se... se ha puesto a decirme que está enamorado de mi y que llevaba mucho tiempo queriendo decírmelo.
—¿Y qué le has dicho? —Pregunté abriendo mucho los ojos.
