El Gato Negro (The Black Cat) [Adam Driver]

36 - Todos los caminos conducen a Antía

-¿Un taller masónico? ¿Tiene que ver con esa organización secreta? ¿Es importante? ¿Qué significan todos estos artefactos? Interroga ella impaciente, sin dar tiempo a que el enmascarado se recupere de la sorpresa.

Al fin, el catalán regresa de un universo paralelo. La mira riendo ante semejante batería de preguntas y le responde. -¡Tranquila! Vamos por partes. Nunca había visto uno de estos talleres. Además creía que no existía ninguno en España. Pero... es exactamente como me lo describió Oshiro.

-¿Oshiro?

-¡Sí! Raiden Oshiro. El hombre que rescatamos ayer. Él sabe mucho más que yo de todo esto. Disfrutaría viendo esta habitación. ¡Veamos! La sala es cuadrangular y... –se gira hacia la puerta por la que han entrado para reflexionar en voz alta. -Hemos entrado por esa puerta que está situada hacia el oeste. Para ellos, ¡occidente! –Luego camina unos pasos y mira hacia arriba. -¡Observad! Este techo representa la bóveda celeste. El universo. Es de un azul más intenso en el oriente, y va difuminándose a más claro hasta llegar al oriente. –Gato camina hasta los tres peldaños que suben hasta una pequeña tarima y sigue con su explicación. -En este lugar, situado más alto, es donde se colocaban los maestros mayores de la logia. ¡Venid aquí, Paloma! –La muchacha sube la escalinata. -¡Mirad al frente! ¿Veis esas dos columnas que guardan la puerta de entrada como si fueran centinelas? –La joven asiente con la cabeza. -¡Bien! Se les llama pilares. Están situados hacia el norte y el sur. Uno es el pilar de Boaz y el otro el de Jakim, y están rematados por una granada y un globo terráqueo. –Entusiasmado baja del tablado y exclama. -¡Esto es increíble! Es una representación a pequeña escala de lo que debió ser el Templo de Salomón. No falta ni un solo detalle. ¡Fijaos! La Estrella Rutilante. Un emblema de la divinidad. Una estrella de cinco puntas. Una apunta hacia arriba, mientras se apoya en otras dos hacia abajo, y otras dos a los costados. Su centro es la imagen de un pentágono... –Paloma arruga el ceño. Señal de que no entiende nada o casi nada y el héroe decide cortar con la explicación y pasar a los siguientes elementos que han llamado su atención. En tono meditativo se despide de la estrella flamígera. -En fin, habría mucho que decir sobre esa estrella. –Se acerca hasta un soporte de pie y continúa con su plática. -En este atril hay una Biblia, un compás y una escuadra.

-¿Qué pintan ahí esas herramientas? Inquiere ella desconcertada.

-Señora, aquí todo tiene un significado esotérico o simbólico. La escuadra es un símbolo de virtud, mientras que el compás personifica los límites que no hay que cruzar nunca con respecto a otro compañero de la logia. Son los dos símbolos masónicos por excelencia. Al igual que esa piedra de allí. Para una neófita como vos, podría pareceros que está puesta ahí al azar. Pero no es así. Encarna la obligación que tienen los miembros de la logia de ser pulimentados. Esas tres columnas, que en su día permanecían iluminadas en su cenit por velas, aluden a la Belleza, la Sabiduría y la Fuerza. La cadena que rodea la sala, escenifica a cada individuo del grupo. Cada sujeto, un eslabón. Hasta el mismo suelo que pisáis, embaldosado por un mosaico, como si fuera un tablero de ajedrez. Aquí es donde se inicia el aprendiz y personifica los viejos tableros de los arquitectos dionisíacos. También representa la dualidad. El Día y la Noche. El Bien y el Mal. La catedral de «Notre Dame» posee un mosaico como éste, ya que fue construida por Caballeros Templarios, antepasados de la masonería.

Paloma no entiende nada. La incredulidad se dibuja en su rostro. Alza la mano para hacer callar al Gato y boquiabierta y ojiplática a partes iguales, interpela. -¿Esta organización desciende de los Templarios?

-¡Originariamente sí! Pero mucho me temo que se han desviado bastante de sus fundamentos principales. Creo que la «Orden del Temple» no estaría muy contenta con estos descendientes. Ya que han dejado el altruismo a un lado para dedicarse a alimentar su gran sed de poder. Ha sido un gran hallazgo, Paloma. Aunque creo que este taller está en desuso desde hace mucho tiempo. Demasiado polvo. Quizás no se utiliza desde el fallecimiento del barón de Castro. Dudo que su viuda sepa algo de esto, aunque con ella es todo posible.