Amor en Navidad (#1 Corazón de Navidad)

🎄Capítulo 8🎄

—Voy al hospital, puedes pasar por mamá al canal cuando termines, está en medio de una reunión con su equipo y no va a salir dentro de una hora —enciendo la camioneta.

—¿Qué paso con las chicas? Hablas tan acelerado que estas comenzando a preocuparme.

—Jena está en labor de parto, Derine la lleva y yo las alcanzare ahí —respondo mientras sigo mi camino.

Espero que diga algo, pero no dice nada.

—Becca —la llamo y no responde. —Becca, Becca... becca —la sigo llamando.

—Perdón hermanito, no puedo seguir hablando. Acaba de llegar más personal. Yo hablo con mamá no te preocupes por eso —ella cuelga.

Marco a Derín para preguntarle donde se encuentran en este momento y dice que están a unos minutos de llegar al hospital. Lo mejor será que las espere aquí a que lleguen.

No tiene caso que llame a Tyler cuando seguramente siga en grabaciones. Ese es el problema de trabajar en la televisión, que a veces puedes o no puedes estar con tus hijos y en momentos que jamás se volverán a repetir.

Cuando Derín me reclamo hace unos días no puede contestarle como hubiera querido porque muy en el fondo de mi sabía que ella no decía mentiras, mi hija no pasaría lo que vivimos con nuestra madre.

No la juzgo. Ahora sé que ella tenía que trabajar tiempo extra para que a nosotros nunca nos faltara nada, solo que si nos faltó algo y siempre fue ella.

Éramos unos niños cuando ella quedo viuda. Tyler tenía 12 años cuando eso paso, fue al que la muerte de nuestro padre le causo más dolor. Yo acompañaba a mi madre en el set para no sentirme solo en casa. Becca y Mara tenían muy poca relevancia en la vida de nuestra madre, eran muy pequeñas.

Ellas se criaron con nanas, mujeres que desde que eran unas bebés nunca desaparecieron de sus vidas, hasta cuando ellas prefirieron abandonar el país e irse a estudiar al extranjero lo que ellas querían.

Estaciono en el hospital y lo primero que hago es localizar la camioneta de Jena para saber si ya se encuentran adentro.

Seis lugares después ahí está la camioneta gris que me dice que ya están adentro del hospital.

Llego a la recepción y pregunto por Jena. Me indican por donde ir y me voy acercando cuando escucho la voz de mi pequeña hija llorando.

—Que pasa Derín —lloriquea escondida en el pecho de la castaña.

—Nada malo pasa —responde la castaña sobando el cabello rubio de mi hija.

Deríne se encuentra sentada y mi hija está en su regazo abrazándola.

—Derín —llamo a la castaña.

Voltea a verme y se pone de pie mientras me voy acercando a ella. La de ojos azules le dice algo a mi hija en un susurro. No sé qué le diría, pero al instante Dafne levanta su rostro.

—Papi —extiende sus brazos cuando me ve, para que yo la tome.

—Ven princesa —la recibo—. ¿Cómo esta Jena? —pregunto por mi cuñada.

—No sé, acabamos de llegar —responde regresando al asiento donde se encontraban—. Me pidieron llenar este formulario, pero no pude responder mucho por obvias razones.

Me entrega la hoja y le digo a la niña que regrese a los brazos de Derín mientras lleno el formulario.

***

Dos horas después aún sigo en el mismo lugar desde que llegue. Los médicos han venido y hablado conmigo de la situación de Jena, aún falta para mucho rato para que podamos salir del hospital.