Nubes de tormenta [LCS #2]

Capítulo 27: Nostalgia y caos

AIMÉE

Probablemente me encuentro en la situación más confusa en la que he estado.

De algún modo tengo muy claro lo que hay en mi corazón, y sé que no va a cambiar, es una certeza absoluta. Pero lo que hay en mi mente es diferente y conflictivo, no lo logro entender y genera caos total en mis ideas.

Pienso en el futuro y solo lo quiero con Santi. Recuerdo esas veces en las que nos quedamos hablando hasta la madrugada, soñando juntos con la casa que queríamos tener, el perro, los árboles, los nombres para los niños. Puse mis sueños allí, y no los quiero abandonar.

Él es mi amor, tal vez nos encontramos en un mal momento, pero estoy segura de que es él.

Pero el hecho de que me terminara y de no ver ni el más mínimo indicio de que en algún momento vaya a querer regresar, comienza a generar confusión.

A veces pienso en otras personas, a veces tengo deseos de asumir que estoy soltera y salir con las chicas, dejar las cosas fluir, intentar mirar a los demás...

Eso me hace sentir culpable, hipócrita. ¿Por qué, si lo amo tanto, tendría que desear a otras personas?

Elai me daría una respuesta muy clara a eso, pero estoy segura de que yo no soy como él. Simplemente estoy gestionando mal mis sentimientos.

¿Y Aidan? ¿Acaso me gusta? ¿Por qué lo busco tanto? ¿Por qué quiero estar cerca? ¿Me gusta, o me gusta gustarle? ¿Estaría mal tener algo con él?

—Piensas mucho —se queja Lau en cuanto le expreso mis inquietudes—. Amo a Santi, pero él te dejó. Si quieres coger con alguien, solo hazlo.

—Nadie está hablando de coger, Lau.

—Sí, eso pasa, hace mucho que no estás con nadie y te pones hot con todo el mundo, es normal, solo déjalo ser.

—¿Te pasa a ti? —cuestiono, teniendo en cuenta su punto.

—No, tengo un... bloqueo, me estoy tomando un tiempo conmigo misma.

—Bueno, sí, pero a veces no alcanza... —suspiro en cuanto entiendo que tiene razón.

—Tal vez no lo haces bien —se ríe elevando una ceja.

—Anda, idiota —me río también—. Obvio que lo hago bien, pero me gusta más que me lo haga otra persona.

—Busca a otra persona y hazlo —simplifica mientras dobla su ropa limpia y la acomoda sobre la cama.

—No creo... —niego con un suspiro— A veces pienso en hacerlo con otro y me da asco imaginarlo.

—Yo siento que ya conocí el paraíso y ahora nadie será suficiente —confiesa dejando que su mirada se pierda.

—¿Y Alanna?