Nubes de tormenta [LCS #2]

Capítulo 6: La canción

AIMÉE

Tenemos una reunión en estudio con Aidan y su representante, quieren probar voces y nos van a mostrar la canción, así que aquí estamos esperando, en una amplia oficina, solos Elai y yo. Estoy cansada, no he dormido bien y no sé por qué el día de hoy me desperté del peor humor posible.

—¿Estás mejor? ¿Has hablado con Lau? —le pregunto al pelirrojo, que trae la misma cara de nada que yo.

—No.

Bien, parece que no es un buen día para nadie.

—¿Estás tan enojado? Tú no eres así.

—No estoy enojado, estoy procesando el hecho de que tuve que mentirle al fandom entero, y que si algún día sale a la luz la verdad habré perdido mi credibilidad por completo.

—Sabes que los que realmente son fans nos van a entender, los demás no importan —intento quitarle drama al asunto—. Además, todos estamos mintiendo, me han preguntado en mil entrevistas si estoy en pareja y he dicho que no.

—Es diferente, tú lo estás haciendo porque Santi quiere, pero Lean... Él dice que no le importa, pero yo sé que le duele. Es diferente cuando te hacen algo a ti, y cuando se lo hacen a alguien que amas... es... no lo sé, imagina que una persona que amas con todo lo que eres, le está haciendo daño a otra persona que amas del mismo modo, y entonces estás allí, sin saber qué hacer... Entiendo a Lau, yo la amo y también la quiero proteger, pero al mismo tiempo la situación está lastimando a Lean, y yo no quiero ser parte de eso.

—Creo que tendrás que confiar en que ellos pueden resolverlo —opino mientras lo observo acercarse a la ventana para mirar la inquieta ciudad.

—Llevo casi un año esperando eso —murmura con evidente gesto cansado.

—Lo sé, entiendo que amas a Lean, pero si él no le dice la verdad a Lau no puede esperar que actúe en consecuencia. Lau está fallando, pero también él, porque sigue fingiendo que todo está bien cuando no lo está.

—Por eso no estoy molesto con nadie, solo cansado de la situación —asume soltando un suspiro, y un segundo después agrega—: Pero amar no significa que puedes tomar decisiones por los demás, y entonces solo... queda aguantar.

—Sé que Lau lo resolverá, bueno, que los dos lo harán.

La conversación se termina porque Aidan y su representante llegan al sitio donde llevamos varios minutos esperando. Muy impuntuales, la verdad, y hoy mi paciencia no es la mejor.

—Lamento la tardanza —se disculpa rápidamente Gonzalo dejando sus cosas a un lado—, ya saben cómo son las estrellas.

La cara de Aidan expresa claramente que la tardanza no fue por su culpa, pero no dice nada, solo se deja caer en el sillón a mi lado y mantiene su mirada en el suelo.