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22 de diciembre de 2005

El joven de trenzas seguía fumando, hasta que lograron separar a Nisha de su regazo, antes se sentía calentito y ahora comenzaba a desaparecer.

No le gustaba esa sensación, por lo que apago su cigarrillo en el cenicero que había en una mesita a un lado de él y se levantó, viendo como la castaña era jaloneada por el pelinegro.

Abrazo a la fémina por detrás y se la arrebato a Keisuke, quien frunció en ceño.

Mientras, el de trenzas la cargó, se sentó y sentó a la chica en su regazo de nuevo, abrazándola.

-Paren los dos. -Takeomi estaba en la puerta, con el ceño fruncido.

Los hermanos tenían ganas de reír, ahora parecía que estaban a punto de ser regañados por el mayor.

El chico de los caninos miró mal a la castaña.

-Esto no se va a quedar así. -Dijo antes de entrar de nuevo a la casa.

Takeomi entró con el y cerró la puerta tras de sí.

El chico de mechas celestes había iniciado una conversación con la chica mientras el de trenzas les veía y escuchaba como su hermano y su chica se volvían cercanos.

Hablaban de cualquier cosa, pero al menos ya mantenían una conversación y eso le alegraba bastante, después de todo, si había tenido miedo de que Nisha y Rindō no se llevasen bien entre ellos.

Por que Rindō era la persona más importante en su mundo, pero después había llegado Nisha y se había vuelto también una pieza fundamental de esta.

De verdad que amaba a aquellas dos personas.

Habían pasado unas cuantas horas y ya habían desayunado

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Habían pasado unas cuantas horas y ya habían desayunado.

Eran alrededor de las 6:30 de la tarde.

Justo en este momento todos estaban regresando a la casa que habían rentado, despidiéndose de Senju, Wakasa y Takeomi.

Aquella casa que la chica había visto llena de chicos cuando salió al parque aun tenía a esos chicos sentados en los sillones exteriores bebiendo.

Pasaron justo a un lado de aquella casa y un chico chiflo en dirección a Nisha, y esto se sabia por que Emma y Hina iban más adelante.

Ran, quien estaba justo a un lado de la castaña frunció el ceño y sonrió cínicamente en dirección a los tipos, mientras Rindō se acercaba al porche de aquella casa, seguido de el de trenzas.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Where stories live. Discover now