La fémina despertó de golpe, alguien la había golpeado.
-¡PUTA MADRE! ¿¡QUIEN ME GOLPEÓ QUE LO AGARRÓ A MADRAZOS!? -Si, se enojó.
Mikey salió corriendo de la habitación, siendo seguido por Nahoya, quien reía.
-NAHOYA IDIOTA VEN AQUÍ. -Corría por toda la casa, intentando alcanzar a su primo peli naranja. -¡Alcánzame si puedes! -Reía escandalosamente.
La castaña corría intentando alcanzar a su primo, hasta que lo acorraló y pudo agarrarlo de la muñeca, su agarre era firme.
-Ahora si cabrón, de esta no te libras. -Golpeó a su primo en la cabeza mientras sonreía satisfecha. -Vuelves a golpearme y no sales vivo. -Seguía sonriendo. -¡Te lo merecías! -Se estaba sobando la cabeza. -¿Por que me lo merecía idiota? -Preguntó desconcertada. -Por que no querías aceptar ir a la casa con alberca interior. -Le sacó la lengua a su prima. -Te chingas, sigo sin querer ir pero me tienen amenazada. -Se cruzó de brazos. -Además, más tarde saldré a comprar un traje de baño por que no tengo. -Sonrío victoriosa. -Antes de que digas que me quieres acompañar, iré sola. -Apuntó a su primo. -Bien, mereces tu privacidad, pero no llegues tan tarde que mañana nos iremos. -Asentía. -Uhm, me parece bien, no llegaré tan tarde. -Caminaba a su habitación.
Al llegar a esta se fijo en el reloj de pared y se dio cuenta de que eran las 10 de la mañana.
Debía apresurarse, por lo que sacó una falda plisada negra, una blusa manga larga blanca y unas medias que le llegaban por arriba de las rodillas también blancas, además de sus botas.
Cerró la puerta de la habitación y comenzó a quitarse la ropa, para después ponerse la que había escogido hace un momento, dejando la que se había quitado en el cesto de la ropa sucia.
Se puso sus botas, verificó que llevara lo necesario en su pequeña bolsa y salió de la habitación y avisó que ya se iba al ver a Nahoya y Souta en el sillón, viendo la tele.
-Me voy, regresó en una o dos horas. -Despidió, saliendo por la puerta.
Al estar un poco de tiempo en Shibuya sabía aun que sea un poco donde quedaba la zona comercial, por lo que emprendió camino hacia ahí, caminando tranquilamente y con sus audífonos puestos, reproduciendo "Boulevard of broken dreams" una de sus canciones favoritas.
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Caminaba mientras tarareaba canciones, pero tampoco iba tan distraída, iba prestando atención a su alrededor, aunque se hacía la despreocupada, después de todo, siempre le habían enseñado a cuidarse sola.
Camino por bastantes minutos, hasta que llegó a su destino.
La zona comercial en Shibuya.
Admiraba cada una de las tiendas, hasta que vio en un maniquí una falda que le llamó la atención, era a cuadros negros con gris, definitivamente le gustaba.
