La fémina apenas había despertado, percatándose de que eran alrededor de las 4:27 de la mañana.
También se dio cuenta de que estaba abrazando a Ran, quien dormía plácidamente con una mano en la espalda de la chica.
No sabía en que momento habían quedado en esa posición o cuando se había dormido.
Pero ahora que lo pensaba, seguía en aquel traje de baño que había usado hace bastante horas, y tampoco se había lavado el cabello.
Quería pararse, bañarse y cambiarse, pero si lo hacía era probable que despertase al de trenzas, además del ruido de la regadera.
No era muy conveniente, así que volvió a acostarse donde estaba, en el pecho del mayor y lo abrazo, intentando dormir de nuevo.
Y si, lo logro.
Pero fue por que había despertado a Ran mientras se acomodaba y el le sobaba la espalda, además de darle un beso en la cabeza.
Raramente esto la había ayudado a dormir más cómoda y plácidamente en el pecho del Haitani.
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Apenas había despertado y el de trenzas la veía, y ella estaba completamente adormilada.
-Uhm. -Se tallo los ojos. -Buenos días linda. -Sonrió. -¿Cómo dormiste? -Acarició el muslo de la chica. -Buenos días. -Estaba sonrojada por las caricias del mayor. -Bien. -Eso es bueno, pero no me pareció así cuando despertaste a las 4 de la mañana. -Seguía acariciando el muslo de la menor. -O-oh, eso. -Estaba nerviosa. -N-no se, simplemente desperté. -Sentía como las caricias del mayor subían por sus muslos.
Y parecía que aprovechaba el momento, por que casualmente estaban solos en aquella habitación.
-¿Ah sí? -Sonreía maliciosamente. -Te ves muy linda sonrojada nena. -Sus caricias subían, mientras paraban en su cintura.
La fémina soltó un jadeo de sorpresa mientras el de trenzas daba caricias en su cintura desnuda.
No se quejó, después de todo, no le molestaba, simplemente sentía una sensación algo rara, su corazón estaba acelerado y en su estómago sentía un zoológico.
El larguirucho se acercó más y besó a la fémina, siendo correspondido, pero, este beso era más subido de tono, y la castaña, dejándose llevar y poniendo sus manos alrededor del cuello del mayor.
Este se separó un poco, mordiendo delicadamente el labio inferior de la chica, provocando que esta abriera la boca y el pudiese meter su lengua en la cavidad bucal de la fémina.
Aunque no se hubiesen lavado los dientes antes, le importaba poco al besarla.
Sus lenguas chocaban, con el mayor dirigiendo el beso y la fémina completamente sonrojada.
Se separaron del beso y el de trenzas le sonreía a la chica, mientras ella escondía su cabeza en el pecho del contrario.
Este la despegó de su pecho y comenzó a besar su mandíbula, descendiendo sus besos hasta su cuello y hombros, procurando no dejar marcas, no quería que llegaran a golpearlo en algún momento.
En algún momento el par se sentó en la cama y mientras Ran besaba el cuello de la fémina descendió sus caricias a los muslos de nuevo, reafirmando el agarre se levantó en dirección al baño que había en la habitación, dejando a la chica encima del mueble de lavamanos.
Todo esto mientras escuchaba los jadeos silenciosos de la chica, dándose cuenta de que esa parte era bastante sensible.
Una de las principales razones del por que había llevado a la chica hacia el baño y la había dejado en el mueble del baño fue por que aquella posición le parecía más cómoda, sobre todo por que así tenía más facilidad.
Justo cuando el mayor estaba por tener más acceso a la piel de la fémina cubierta por la ropa tocaron la puerta de la habitación.
-¡Nisha! ¡Levántate a desayunar! -Era Nahoya.
El chico sin parar de besar el cuello y los hombros de la chica palmeó el muslo de ella, en señal de que debía responder, dificultando la tarea.
-Uhm, bien, ahora bajo, déjame lavarme la cara. -Contestó en un grito entrecortado. -Bien, solo no tardes mucho. -Pidió el peli naranja.
El de trenzas no había parado y de hecho hasta había bajado el tirante del traje de baño de la chica.
-R-ran, debemos bajar. -Tartamudeo. -Espera, solo un poco más. -El chico gruñía, no quería parar.
Se agachó y besó los muslos de la chica, para después bajarla del mueble del lavamanos, dejando que se fuera a la habitación, sonrojada.
Buscaba una sudadera entre sus cosas, y cuando encontró una no dudo en ponérsela, tapando así su abdomen y parte de los muslos.
Ahora si debían bajar, por lo que la fémina abrió la puerta y salió del cuarto lo más rápido que pudo.
Sí, seguía nerviosa.
Bajo las escaleras rápidamente y fue hacia la cocina, donde había dos platos servidos.
Agarró uno al azar y fue hacia el comedor, donde Emma y Hina la esperaban.
Le dieron un cubierto de los que había puesto en la mesa y las tres comenzaron a comer entre pláticas y risas.
Aunque la castaña no podía parar de pensar en lo que había pasado hace unos momentos.
No le había molestado, pero le avergonzaba admitir que le había gustado.
-¿Como dormiste Nisha? -Preguntó Emma, con una sonrisa pícara. -Uhm, bien. -Te sonrojaste. -No sabía que dormías en la misma cama que Ran. -Comento la peli rosa, siguiéndole la corriente a la rubia. -Es que no es la primera vez que duerme con Ran. -Nahoya participó en la plática mientras pasaba cerca del comedor. -¡Nahoya! -La chica le lanzó un cubierto que sobraba en la mesa, asestando en la cabeza del peli naranja. -¡Auch! -Su primo se sobaba la cabeza y por primera vez abrió los ojos, mirándola mal, mientras se iba en dirección a la sala.
Las dos chicas que comían con la castaña rieron.
-Así que no es la primera vez que duermes con el mayor de los Haitani. -Ahora Nisha tenía miedo de Emma y Hina por que le iban a dar carrilla. -No, no es la primera vez que duerme conmigo. -La fémina se puso al rojo vivo al escuchar al mayor detrás de ella.
Ayyyyyy ayuda- ¿cómo quedó? ¿les gusto?
gracias por leer se les quiere tengan buen día/tarde/noche disculpen errores ortográficos
