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18 de diciembre de 2005

Habían llegado a casa de sus primos los gemelos en un dos por tres.

Apenas se apagaron las motocicletas el trío de primos bajo de estas.

Nisha había visto el montón de motos estacionadas frente a casa de sus primos los Kawata, por lo que sabía que había visitas.

Realmente quería invitar al mayor a pasar a la casa, pero no podía, por que algo le decía que saldría mal.

-Gracias por salvarnos Hanii. -Sonrió y se acercó a darle un abrazo al más alto. -Gracias a ti también, Rindō. -Agradeció.
-No es nada Nisha. -Restó importancia, recargándose en su moto.
-Lamentó no haber llegado antes linda. -Se disculpó. -Si hubiera llegado antes no te habrían lastimado. -Acarició con cuidado el corte en la mejilla de la chica.
-No te preocupes Hanii, lo importante es que llegaste y nos salvaste. -Dio un fugaz beso en los labios del contrario, alejándose de él y caminando hacia la puerta de la casa de sus primos. -¡Nos vemos después! -Agitó la mano en señal de despedida.

Ahora las bolsas de sus compras estaban en su mano derecha, mientras Seishu tocaba la puerta de la casa.

Abrió el chico rubio con ojos azules, del cual, no sabía el nombre.

-Takemicchi ¿quienes son? -Preguntaron desde la sala ya que se estaban tardando.

Ohh, con que así se llamaba.

-Oh, lo siento, pasen. -Se disculpó rascándose la nuca.
-Gracias. -Respondió Koko.

La fémina apenas entraba cuando sintió dos miradas penetrantes en ella.

Sus primos pedían una explicación.

Pero en cuanto todos en la sala notaron el corte en la mejilla de la fémina Chifuyu, Baji y sus primos gemelos se levantaron.

-¿Quien fue? -Su primo peli naranja estaba más que enojado.
-Ya se solucionó, no hace falta explicarlo. -La castaña contesto sin más.
-¿Por que Seishu y Koko vienen tan golpeados? -Preguntó Angry, se notaba confundido.
-Es una larga historia. -Contestó el de la cicatriz.
-Tenemos toda la noche. -Contestó Baji.
-Bien, ellos relatarán su historia y después yo la mía, pero antes déjenme desinfectar las heridas. -La chica pauso todo, llevándose a Koko y Seishu a su habitación.

Una vez frente a la puerta, la castaña abrió y dejó las bolsas sobre la cama, yendo al baño donde descubrió que había un botiquín hace un tiempo.

-Siéntense en la cama, por favor. -Pidió amablemente desde el baño.

Una vez salió de este los dos chicos ya estaban sentados en la cama.

-¿Quien va primero? -Preguntó mientras analizaba lo mal que había hecho los vendajes antes por la desesperación y los nervios.
-Koko. -Seishu prefería ir último.
-Bien, esto puede doler, pero discúlpame. -Advirtió acercándose al novio de su prima.

Quito los vendajes mal hechos y agarró un algodón con alcohol.
Lo pasó por las heridas suavemente, desinfectando así todas y cada una de ellas, poniendo un par de vendajes en las más grandes.

-Bien, ya está. -Se alejo y admiro su trabajo, para después acercarse a su primo.

Volvió a repetir el proceso, pero su primo tenía unas cuantas heridas más que Koko, por lo
que tardo un poco más.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Where stories live. Discover now