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14 de diciembre de 2005

La fémina despertó, viendo a todos lados se percató de que la tormenta seguía y no parecía querer detenerse, además de que todos seguían dormidos.

Intento levantarse sin despertar al mayor, cosa que lamentablemente no logró, este la veía, adormilado, mientras ella sonreía con su típico eyesmile que lo tenía loco.

-Disculpa Hanii, te desperté pero no quería hacerlo. -Se disculpó tímidamente con el mayor.
-No te preocupes, corazón. -La voz del mayor era más ronca de lo normal, acababa de levantarse.

La voz de el más alto provocó un paro en el corazón de la fémina, realmente su voz al despertar se notaba más ronca.
Se sonrojó, confundiendo al chico.

-¿Por que te sonrojas? -Le pregunto, parecía confundido.
-E-eh, por nada. -La chica hizo su mejor intento de no tartamudear.

Hasta el momento ninguno se había percatado de la posición en la que estaban, la menor, por querer levantarse debía pasar por encima del mayor ya que este estaba en la orilla, pero al ver que despertó se relajó.

Si, en efecto, la chica estaba sentada en el regazo del mayor y ninguno se había dado cuenta de ello.

Después de todo, acababan de levantarse y seguían adormilados ¿no?

De repente Ran comenzó a acercarse a la chica, y juntaron sus labios en un beso, mientras esta posicionaba sus manos alrededor del cuello del más alto y este posicionaba sus manos en la cintura de la chica.

Parecían no querer llegar a más, y realmente así era, solo era un beso, un dulce beso que después de unos segundos se rompió.

Pero ninguno quiso que el otro se alejara, por lo que el mayor atrajo a la menor y terminaron el un abrazo.

La fémina en el pecho de este, mientras aspiraba el olor que desprendía, para ella, él olía como el sol *.

Y para el, ella tenía un olor embriagante a vainilla.

Parecía que nada podía arruinar ese momento, pero como todo tiene que terminar alguna vez, se escuchó que alguien abrió la puerta del cuarto.

Su madre había interrumpido aquel momento, pero Ran no iba a dejar que la menor se separase de él, así que afirmó su agarre, mientras sonreía a su suegra.

-Ouh, parece que interrumpo algo, lo siento. -Sonrió al chico y volvió a cerrar la puerta.

Por su lado, este soltó una leve risa, parecía que le había causado gracia.

Terminaron separándose completamente una vez se pararon.

-Uhm, deberíamos ir a comer. -La fémina parecía nerviosa.
-Deberíamos. -Siguió.

Terminaron saliendo de la habitación, bajaron las escaleras y la madre de la chica estaba sentada en el comedor, estaba comiendo ramen y cuando se percató de la presencia de los chicos se levantó.

-¿Quieren que les sirva? -Se dirigía a la cocina.
-Por favor, mamá. -Pidió la menor.
-Por favor y gracias. -Agradeció el chico.

Una vez la señora llegó con dos platos de ramen los puso en la mesa junto con dos juegos de palillos.

-Siéntense. -Sonreía la mujer.
-Gracias mamá. -Le devolvió la sonrisa.
-No hay de que, mi niña. -Se acercó, le revolvió el pelo y después fue a sentarse a su lugar.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Där berättelser lever. Upptäck nu