𝟙𝟙

3K 441 140
                                    

13 de diciembre de 2005

-Hey, te aseguro que también estará protegida en Tokio cuando sepan que es pariente de los Kawata. -Aseguró, mientras la vena del gemelo mayor resaltaba.
-Uh, no lo dudo, pero ahora estamos en roppongi -El mayor tenía razón, después de todo, la chica vivía ahí y no en Tokio.

Hubo un momento en el que todos dejaron de hablar y quedo un silencio incómodo, nadie sabía que decir.

-Uhm, bueno, creo que es hora de irnos, después de todo dejamos las motocicletas en la escuela -La única chica rompió el silencio.
-De hecho, deberíamos. -Siguió Nahoya.
-Bueno, entonces los acompaño a la puerta. -El mayor habló, mientras guiaba a los tres a la puerta.
-Adiós, Hanii. -La chica le sonrió, mientras lo abrazaba.
-Adiós, linda. -Sonreía mientras acariciaba su mejilla lastimada.
-Gracias por tu ayuda. -Se separó del chico y fue con sus primos, que la esperaban fuera de la casa.

Una vez fuera de esta, caminaron tranquilamente en dirección a la escuela, parecía que todo iba a ir bien en lo que restaba del día, hasta que pasaron por el parque y vieron a la pandilla junto con Mya.

-Oh, carajo, hagan como que no hemos notado su presencia. -Habló el pelinaranja.
-Uh, puede que tengas razón. -Souta.
-Bien, hagamos eso. -La fémina se posicionó en medio de sus primos, iba a mentir si decía que no tenía ni una pizca de miedo.

Pasaban por el parque cuando escucharon como alguien ordenaba que los golpearan.

-Joder, no funciono. -La chica estaba muerta de miedo, pero de repente sintió como alguien le pasaba un brazo por los hombros, se puso a la defensiva, pero la persona habló.
-Lo siento linda, no podía quedarme en mi casa sin estar seguro de que llegarás a casa segura. -Era Ran.
-Me asuste idiota, pensé que eras otra persona. -Respondió, mientras se abrazaba a él.
-¿Eh? ¿como que otra persona? -El mayor se confundió.
-Pensé que eras uno de los pandilleros. -Despegó la cabeza de el pecho del más alto.
-Ah, bueno, de que soy un pandillero, si, pero yo no te voy a hacer daño. - Estaba burlándose.
-Si, si, síguete burlando estúpido. -Se separó.
-Esta bien, ya lo dejo. Ahora, debo arreglar esto. -Pausó. -Vamos.

Los 3 chicos y la fémina caminaron al líder de la pandilla.
Mientras se acercaban a ellos Ran no había soltado en ningún momento la cintura de la chica, como si estuviera marcando territorio.

-Hablemos claramente. -Una vez llegaron justo frente a el líder de la pandilla (quien estaba abrazando también a su novia) -Ustedes quieren golpear a mi novia y a sus primos ¿por que? -Les miraba indiferente.
-Ella me golpeó. -Señaló a Nisha.
-Si, pero fue en defensa propia, tú me golpeaste primero. -Respondió, ella no se quedaría callada.
-Es cierto, tú llegaste de la nada a nuestra mesa y comenzaste a molestar a Nisha, en algún momento le diste un puñetazo y ella solo se defendió. -Souta, esta vez resaltaba más de lo normal aquella vena en su frente.
-Ah, con que así sucedieron las cosas. -Ran estaba confiado de sí mismo, mientras miraba al líder de la pandilla.
-Sí, ella te golpeó, pero tú también la golpeaste, y esto no quedará así. -Estaba enojado, aquel chico parecía estar enojado.
-De hecho, debería quedar ahí. -El mayor sonrió, estaba siendo intimidante. -Ahora, vuelvan a intentar ponerle un dedo encima a mi novia y a su familia y no salen vivos. -Aquella sonrisa desapareció y se transformó en una cara totalmente seria. -Están advertidos.

Dieron la vuelta y salieron de aquel parque en dirección a la escuela.

-Gracias. -Nahoya agradeció, aun que no le gustaba dar las gracias debía hacerlo.
-No hay de que. -El mayor estaba bien con que su novia y su familia también lo estuvieran.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Where stories live. Discover now