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17 de diciembre de 2005

La fémina despertó al sentir unos brazos en la cintura, sobresaltada.

Quito los brazos de su cintura, mientras se paraba y descubría quien era la persona.

Era Chifuyu, aunque parecía que estaba dormido.

De hecho, lo estaba, y por ende no le tomo tanta importancia, después de todo, ella se movía mucho al dormir, podía pasarle lo mismo al de orbes verdes.

Decidió revisar la hora, sorprendiéndose al ver que eran las 8, aunque no creía poder conciliar el sueño nuevamente, por lo que salió de la habitación, haría el desayuno.

Cual fue su sorpresa al recibir una llamada de su Hanii.

Contesto rápidamente, mientras se dirigía a la cocina.

-¿Aló? -Saludó.
-Hola nena ¿cómo amaneciste? -La fémina estaba emocionada.
-Bien Hanii ¿tú? -Preguntó, sonriendo.
-También linda. -Comenzó a escucharse aire.
-Hanii ¿estás ocupado? escucho aire. -Preguntó, pensando que estaba interrumpiendo algo.
-No linda, no es nada. -Podía imaginar a la chica sonriendo.
-Bueno, entonces te dejaré por que tengo que hacer el desayuno. -Se despidió.
-Bien, pero ábreme la puerta que ya estoy llegando a la casa de tus primos. -Reía, mientras la fémina quedaba paralizada.
-¿Qué? -Aun estaba procesando la información cuando escucho como tocaban la puerta.

Ran le había colgado, pero fue a abrir la puerta y el estaba ahí, mirándola con una sonrisa.

-Pero... -No sabía que decir.
-Hola linda. -Abrazo a la chica.
-No avisaste que venías. -Correspondió al abrazo.
-Lo siento, es que estaba aquí cerca, por eso te marqué, para saber si estabas despierta. -Sonreía.

Se separaron del abrazo, y fueron a la cocina.

-¿Que haremos de desayunar? -Preguntó el mayor.
-Huevos estrellados. -Abrió el refrigerador.

Diviso los huevos, pero solo quedaban 2, ahora tendrían que ir a la tienda.

-Hanii, tendremos que ir por una cartera de 24 huevos. -Se volteó, mirando al mayor.
-Iré yo, no te preocupes nena. -Sonrió y se dirigió a la puerta.

Una vez salió de esta se encaminó a la tienda, la había visto de camino, así que sabía dónde quedaba.

Mientras, la fémina se sentó en el sillón.

Escucho unos golpes en la puerta, y al pensar que era Ran abrió sin pensarlo.

Cual fue su sorpresa al encontrar a Kazutora acompañado de el chico alto que había llamado su atención ayer y otro de lentes, algo bajito.

-¿Uhm? ¿Nos equivocamos de casa Kazutora? -Preguntó justamente el de lentes.
-No, es casa de los Kawata, pero ella es su prima, se llama Nisha. -Dijo señalando a la chica con la cabeza.

La chica sin decir una palabra los dejo entrar, pero recordó el cochinero que era la casa por lo qué pasó ayer.

-Lamentó esto, no limpiaré yo hasta que aquellos estúpidos se dignen a levantarse a limpiar el desastre que hicieron ayer. -Se encogió de hombros.
-No hay problema. -Kazutora se veía relajado.

Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora