Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」

𝟚𝟛

16 de diciembre de 2005

Una vez Chifuyu vio a los chicos que se acercaban en motos se paró, esperando a que llegaran.

Nisha siguió sentada, esperando mientras veía a los chicos que había noqueado hace algunos minutos.

Si no hubiera escuchado los escapes de las motos ni cuenta se abría dado de que ya casi llegaban por ellos.

Diviso una moto obstruyendo su campo de visión al querer ver de nuevo a los chicos de antes.

Una duda le llegó.

-¿Que haremos con ellos? -Preguntó le fémina, apuntando discretamente con la cabeza a los dos chicos que había noqueado, pues los demás habían salido huyendo dejando ahí a sus compañeros.
-Dejarlos ahí. -Respondió despreocupado el peli negro.
-No sabía que Chifuyu podía noquear a la gente. -Esta vez habló el otro, mientras la fémina rascaba su nuca, avergonzada.
-En realidad, no fui yo... -El rubio sonreía.
-¿Ah? ¿Como que no fuiste tú? -Se confundió.
-Fue Nisha. -Señaló a la chica.

Los dos miraron sorprendidos a la chica, quien estaba avergonzada.

-¿Enserio? -No dejaban de mirarla.
-Sí, incluso se cansó de lanzar puñetazos y patadas y los terminó noqueando al pegarles en la nuca. -Pausó. -Hasta se enojó y dijo "Que molestia". -Sin filtros.
-Pero no tenías que entrar en detalles, estúpido. -Mumuro más para ella.

Un momento incómodo se formó.

La fémina pensaba, tendría que ir con alguno de los chicos en la motocicleta.

-Pregunta. -Dijo algo fuerte, esperando que la escuchasen.
-Adelante. -El chico pelinegro.
-¿Con quien me iré? -Miraba a ambos chicos que seguían en las motos.
-Conmigo, si quieres. -El de mechas rubias.
-Bien, pero antes, sus nombres, por favor. -Pidió.

Se miraron entre sí.

-Kazutora Hanemiya. -Se presentó el de mechas.
-Baji Keisuke.

Ahora que sabía sus nombres, sabia que iría con Kazutora.

-Uhm, bien, una petición. -Miraba al trío de chicos.
-Bien ¿cuál? -Baji la veía.
-¿podemos pasar a una tienda? -Pidió amablemente. -Originalmente íbamos a eso pero nos perdimos. -Se rascó la nuca en un acto nervioso.
-Está bien. -Esta vez fue Kazutora.
-Gracias. -Miraba al chico.

Después de unos momentos la castaña se subió a la moto con Kazutora, agarrándose de el asiento para no caerse.

Condujeron por las calles de Shibuya, y en algunos minutos ya estaban frente a una tienda.

-Gracias, ahora vengo. -Bajo de la moto con facilidad y se adentró a la tienda.

Fue hacia donde supuso que estarían los cepillos y justo encontró uno de su agrado.

Lo agarró y fue a la caja para pagarlo.

Una vez llegó a esta agarró unos chocolates para agradecer a los tres chicos que estaban afuera.

Le dijeron la cifra que debía pagar y justo eso hizo, sombrándole algo de dinero.

Salió de la tienda y le entregó los chocolates a cada uno.