Despertó, siendo observada por el chico, mientras acariciaba delicadamente su cara.
-¿Dormiste bien linda? -No había dejado de acariciar la cara de la fémina. -Si, dormí bien. -Se apego más al mayor, en un abrazo mientras aspiraba su olor. -Eso es bueno. -Pegó su nariz al cuello de la chica, aspirando su olor también.
El chico olía tan bien para la chica, y también era así para el contrario.
La castaña tenía tantas ganas de volver a dormir, estaba tan calentita y los brazos del chico, abrazándola la hacían sentir tan cómoda.
Pero no fue posible, Chifuyu tocó la puerta, buscando a la fémina.
-Ran ¿Nisha está dentro contigo? -Preguntó desde la puerta. -Lo está. -Pausó. -¿Que necesitas? -Estaba bastante calmado. -¿Puedo abrir la puerta? Se siente raro hablar con la puerta. -Pidió. -Ábrela. -Accedió, despegándose del cuello de la fémina y viendo a la puerta. -Gracias. -Abrió la puerta, viendo al par, su expresión cambio, pero realmente no se notó. -Nisha, lamento molestar pero te buscan abajo. -Se rascó la nuca. -Uhm, enseguida voy. -Se despegó del mayor, tallándose los ojos y estirándose. -Te sigo, Chuyu. -Se levantó de la cama, en calcetines y comenzó a caminar a donde estaba el rubio.
Salieron de la habitación, con el chico de trenzas viéndolos.
-¿Dormiste bien? Chuyu. -Preguntó mientras se recostaba en el hombro del chico, aun caminando, iba a mentir si decía que no tenía sueño. -Lo hice, Nisha ¿que tal dormiste tu? -Bajaban las escaleras. -Uhm, dormí bien, calentita. -Sonrío hacia el chico.
Una vez habían llegado a la sala diviso tres cabelleras.
Entre esas tres una conocida.
Eran tres cabelleras, una blanco con negro, una negra y una blanca.
Senju y dos personas más se encontraban en aquella sala de la casa.
¿Cómo habían descubierto en que casa se quedaba?
Rápidamente se acercó al sillón frente a los tres chicos, sentándose en este, con las piernas en su pecho, arriba del sillón.
Esa posición le era cómoda.
-¿Me buscaban? -Preguntó mirando al trío. -Si, así es. -Senju estaba tan calmado. -¿Que necesitan? -Se tallaba los ojos. -Uh, bien, antes debo presentarte a estos dos. -Señaló a los otros dos con un gesto de cabeza. -El es Wakasa y el Takeomi, son amigos. -Explicó. -Ouh, bien. -Pausó. -Hola Takeomi y Wakasa, mi nombre es Nisha. -Se presentó.
El par asintió, mientras el albino sonreía.
-Ahora, queríamos invitarlos a todos ustedes a una reunión de amigos en nuestra casa, claramente. -Se rascó la nuca. -Uhm, bien, muchas gracias. -Sonrío. -¡Nahoya! -Grito lo suficientemente fuerte como para que el peli naranja la escuchase.
El gemelo mayor llegó enseguida, viendo a su prima con su típica sonrisa.
-Senju, si se lo propones a él, puede que si te sepa responder. -Explicó la castaña señalando a su primo.
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Si, habían pasado unas horas y todos estaban en casa de Senju.
Ahora mismo, Nisha se encontraba con su típica sudadera y el traje de baño debajo de esta con ya la base puesta en aquel chupetón.
Esperaba tranquilamente la hora de meterse a la alberca, platicando con Hina y Emma de cosas triviales, hasta personales.
Nada realmente grave, así que no pasaba nada si alguien se enteraba de aquello, después de todo, no es como si fueran secretas.
-Nisha, ¿hay algo que ocultes o te hayas quitado para venir? como un tatuaje, se puede esconder, o piercings. -Preguntó Hina -Uhm, si, tengo piercings, pero me quite algunos aretes. -Respondió tranquilamente, dejando ver que sólo tenía el industrial. -Ya que soy menor de edad, los pedi para un cumpleaños y mi madre me dejo fácilmente. -Explicó volviendo a cubrir su oreja con el cabello. -Se te ve muy bonito. -La chica le sonrió y en eso todos se levantaron en dirección a la alberca.
La castaña aprovechó y se quitó la sudadera en la sala, no quería que se mojase.
A medio camino sintió como alguien la cargaba y en ese momento supo que la aventarían al agua.
-¡Noo, Rindō! -Siquiera alcanzó a decir esas dos palabras, por que al segundo siguiente estaba saliendo del agua. -¡Maldito! -Salió completamente de la piscina y comenzó a perseguir al de mechas celestes.
No iba a lograr cargarlo, pero si empujarlo.
El chico reía siendo perseguido por la chica, quien también terminó riendo.
Al final Nisha logró empujar a Rindō por poco, si no lo hubiera logrado, ahora ella sería la que estaría saliendo del agua.
La castaña reía, sentándose a la orilla del agua.
-Te la devolví. -Dijo la chica una vez Rindō estaba saliendo del agua. -Bueno, al menos lo lograste. -Salpicó a la chica. -Bien, bien, pero déjame descansar por que te perseguí mucho. -Se acostó donde estaba e intentó regular su respiración.
Una vez estuvo bien se metió a la alberca, comenzando a jugar entre la de cabello rosa y la rubia.
Todo estaba tan divertido y ameno, pero de repente comenzó a llover afuera.
Rápidamente la castaña se salió de la alberca, se acercó a las toallas y se puso una alrededor del cuerpo, se sentía como estar en una burbuja, por que se veían todas las gotas y ella estaba realmente maravillada con aquello.
Uso uno de los camastros y se acostó en el, mientras todos seguían con sus cosas,
Ella admiraba pacíficamente el paisaje lluvioso, y hasta fue por su sudadera, se la puso y se quedó hecha bolita en aquel camastro.
Estaba tan relajada, hasta que sintió como la cargaban, pero al momento la persona se acostaba en el camastro que ella estaba usando y después la sentaban arriba de la persona.
Apenas sintió una trenza tocando su mejilla se tranquilizó y se medio acurrucó en los brazos del mayor.
Nada realmente anormal en ella, siempre le había gustado estar calentita mientras miraba las gotas de lluvia caer.
Ahora, estaba siendo abrazada por el chico del que se había enamorado casi que estaba más que cómoda en aquellos brazos largos y acostada en el pecho de aquel larguirucho.
Lo siento si no actualice todo el fin de semana, es que realmente no me sentí con ánimos y tuve un bajón.
Nada realmente especial, pero prometo intentar compensarlo ¿si?
Gracias por leer Se les quiere Tengan buen día/tarde/noche Disculpen errores ortográficos
