Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」

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19 de diciembre de 2005

Los chicos apenas si habían logrado detener la pelea de Hanma y Ran, mientras la chica les veía preocupada.

La chica había ido por el botiquín rápidamente, y una vez había regresado los dos estaban en sillones individuales diferentes mirándose mal.

Ran se veía un poco más grave que el de mechón rubio, por lo que comenzó a curar al de trenzas.

-No debámoste hacer eso. -Regañó suavemente, mirando al chico, le sangraba la nariz y tenía la cara un poco magullada.

Aunque Hanma no se quedaba atrás, lo más probable es que despertase con un ojo morado y sumando su labio roto ninguno había salido mejor que el otro.

-Estaba celoso. -Contestó el de trenzas a las palabras de la fémina.
-Eso no debería dejarte golpear a la gente, Hanii. -Negó con la cabeza. -Por favor, intenta no volver a hacerlo.
-Bien, lo intentaré. -Intentaría cualquier cosa por Nisha.
-Gracias. -Sonrío levemente.

Una vez termino de desinfectar las heridas se dirigió a Hanma, quien no decía nada, ni se movía.

Solo respiraba.

Mientras la castaña curaba sus heridas no hacía absolutamente nada.

Ni siquiera gestos de dolor o algo así.

La chica debía admitir que estaba sorprendida, bastantes personas hacían gestos o simplemente maldecían, pero él no hacía absolutamente nada.

-Lamento que te haya golpeado. -Se disculpó.
-No fue tu culpa. -El chico solo la veía.
-Pero te golpeo por mi. -Estaba desinfectando la herida de los labios del chico.

Se quedó callado.

Volvía la tensión tan incomoda, cuando de repente tocaron el timbre.

Debía ser las Pizzas.

Una vez la fémina terminó fue a abrir la puerta y nada más sintió como se abalanzaban y la abrazaban, tirándola al piso por el impulso.

-¡Nisha! -Era Emma.

La castaña reía mientras la rubia le seguía, esto le causaba gracia.

Una vez terminaron de reír, se separaron y se levantaron del piso, cuando la chica se percató de que había otra persona con Emma.

También era una chica, con el cabello rosa, como durazno, y era un poco más alta que Emma.

Era muy bonita.

-¿¡Hina!? -Takemicchi estaba detrás de las chicas y apenas vio a la peli rosa grito.
-¡Takemichi! -La chica pasó por un lado del par que se acababa de levantar del piso y abrazo al chico, siendo correspondida.

Nisha no entendía muy bien que pasaba, pero suponía que aquel pat eran novios, ¿que más serían si no?

Emma sonrió, y se adentró a la casa, buscando a alguien, mientras la castaña cerraba la puerta, había quedado sola.

En cuanto iba hacia la sala, el timbre volvió a sonar, y dándose la vuelta abrió la puerta.

Esta vez si era la pizza.