Esto le causaba tanta gracia a la castaña, de verdad, esto le causaba diversión, ella apenas conocía a unos cuantos miembros de la Toman y esperan que sepa información sobre esta.
Que irónico.
Y todo era por que sabían que era prima de los Kawata.
-Entonces ¿Sabes algo sobre la Toman? -El chico de los aretes tricolor estaba serio. -No, a menos que no sepas que Mikey es el presidente, por que créeme, es lo único que sé. -Sonreía divertida, a ella esto si le causaba gracia.
Y mucha.
-¿¡Ven por que les dije que no serviría de nada!? -Seishu. -Miren, al final Inui tenía razón, no sirvo para la información. -Se cruzó de brazos. -Ahora, dejen libres a Koko e Inui. -Ahora estaba seria. -Yo doy igual, pero déjenlos libres a ellos. -Estaba decidida. -No es como si fuéramos a matarlos. -Ahora si que le causaba gracia al moreno. -Puede que no a matarlos, pero si queremos a Koko por el dinero. -De repente todo se había tornado serio. -¿Qué? -A la fémina nada de esto le causaba gracia. -No.
Todos tenían un semblante serio, nadie vacilaba.
-Todo depende de ti Koko. -Le estaban dando presión. -Si quieres que Inui sobreviva y que Nisha llegue a salvo a su casa solo debes unirte a nosotros. -Pausó. -Oh y sobre todo, si quieres que Akane siga viva. -Sonreía cínicamente.
La castaña comenzaba a enfadarse, se habían metido en territorio que no debían, no debían meter a Akane en esto, fue suficiente con Seishu por que su prima no tiene nada que ver con las pandillas.
-Deja de hablar de Akane como si tuvieras control sobre quien vive y quien muere. -Tenia el ceño fruncido. -Lo siento, pero si lo tengo en esta ocasión. -Aun que el albino estuviese muy sonriente, el chico de la cicatriz se veía un tanto raro.
Aun que también había indicios de manipulación en el albino.
¿Había alguien que manipulaba los hilos? o ¿Era solo él?
No lo sabía con exactitud pero realmente no le importaba, ahora su prioridad era su familia.
De repente se comenzaron a escuchar ruidos de los escapes de motocicletas.
Por inercia volteó a ver hacia donde se producía el sonido.
Eran montones de motos, con un uniforme en específico.
Era uno rojo, como el que portaban Izana y el chico de la cicatriz.
Esto no olía bien.
Debía hacer algo, y rápido, por que esto podía salir muy mal.
Se acercó al par de chicos que eran su familia y los junto, como en una abrazo, pero en realidad les estaba susurrando.
-¿Hay alguna forma de salir de esta? -Preguntó lo más bajo que pudo, como para que solo escucharan el par de chicos. -Estamos en aprietos y no se me ocurre nada que podamos hacer. -Habló su primo. -¿Alguna idea Koko? -Suplicaba que tuviera una. -Déjenme, váyanse ustedes y cuiden a Akane, déjenme aquí. -Parecía que el peli negro hablaba muy en serio. -Estas loco, yo no voy a hacer eso. -No iba a abandonar al mejor amigo de Seishu y novio de su prima aquí. -Es la mejor opción, no queda de otra si quieren salir de aquí Nisha. -Se quería sacrificar por salvarlos. -Ya dije que no, Kokonoi. -Se separó del par de chicos y envió la ubicación al contacto de Ran.
Si tenía que pedir ayuda de los hermanos Haitani lo haría.
No iba a dejar a Kokonoi con el albino.
Los escapes de motos dejaron de sonar, pero todas las personas que habían llegado miraban a donde estaban Nisha, Inui y Kokonoi.
Comenzaron a escucharse nuevamente escapes de motos, pero esta vez la fémina no volteó hacia atrás.
Dejaron de escucharse y ahora se escuchaban pasos de gente subiendo a los contenedores.
Solo deseaba que fueran los Haitani.
Volteó hacia atrás cuando sintió presencias detrás de ella.
Jaja, daba risa lo ingenua que había sido.
No, no eran los Haitani, eran otras dos personas, que no se iba a molestar en describir, pero una de ellas se acercó demás a ella.
Sintió un ardor en la mejilla, mientras algo escurría de esta, por inercia acercó la mano a donde escurría el líquido, dándose cuenta de que era sangre.
Había recibido una cachetada y su mejilla tenía un corte gracias al anillo del chico.
No iba a llorar, pero tampoco negaba que le dolía.
-¿Que fue lo que hiciste con ese teléfono? -Al parecer había visto como guardaba el aparato.
La fémina no iba a contestar, se quedó callada mientras sentía como la sangre escurría por su mejilla.
-¡Pregunte algo estúpida! -Estaba a punto de agarrarla del pelo cuando una vara de metal golpeó la mano del hombre. -No te atrevas a ponerle un dedo encima.
Era Ran
(corregí faltas ortográficas) ¿que les parece? ahora que lo recuerdo, olvidé decir que las fechas no irán acordes al manga y tal vez los acontecimientos tampoco.
espero no les moleste.
ahora, recibí ayuda de una personita, por lo que este capítulo va dedicado a esa personita.
espero les guste ^^ ¿que les pareció? ¿que creen que pase? disculpen errores ortográficos se les quiere tengan buen día/tarde/noche
y aquí les dejo una foto de mi mitsuya de cartón ^^
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