Déspues del Ragnarok

El regreso del héroe y del tirano

El Ragnarok había llegado a su final, con la caída del poderoso dios nórdico frente al general espartano. El estadio aclamaba en emoción al saber, que la humanidad lo había conseguido, siete grandes soldados lograron lo imposible derrotar a un dios.

Sasaki Kojiro, el perdedor que derroto al tirano del mar.

Jack el destripador, el temido asesino que fue amado por el héroe.

Qin Shi Huang el emperador que destrozo el corazón ardiente de la serpiente emplumada.

Siddhartha Gautama, aquel que traiciono a los dioses y llevo la iluminación al demonio.

Lo dioses deseaban una masacre, pero la humanidad contrataco con lo mejor demostrándoles la voluntad y la fuerza que vive en los mortales.

Nikola Tesla, el ingeniero que venció al guardián de la muerte.

Simo Häyhä, el francotirador que congelo al sol.

Leonidas I, el espartano que llevo en sus hombros las esperanzas de la humanidad y que con su lanza les dio la victoria.

Estos siete grandes guerreros lo habían conseguido, aseguraron el futuro de la humanidad por 1000 años más y aunque el estadio exclamaba entre gritos y euforia sus nombres, la culpa y el dolor de haber perdido a sus compañeros era un pesar que llevaban en sus almas.

___________________________________________

Los dioses convocaron una reunión poco después de la ultima batalla, muchos de ellos molestos, sorprendidos e incrédulos del resultado. El padre del cosmos solicito a la valquiria mayor la presencia de los vencedores, quienes con desconfianza y duda llegaron al lugar.

Zeus: Nuevamente estamos aquí reunidos, hace 1000 años decidimos que la humanidad lucharía por sobrevivir.

A lo lejos se escucha un murmullo.

Loki: Y mira cómo nos han dejado.

Muchos reafirman lo dicho, a voces molestas se pide la extinción de la humanidad incluso después de su victoria, gritos y maldiciones se lanzaban a los mortales y a sus respectivas valquirias.

Zeus: ¡Ya fue suficiente!¡Deténganse!

La sala quedo en un silencio sepulcral tras el grito del padre del cosmos.

Zeus: Lo mortales pasaron la prueba, incluso a mí me cuesta admitirlo, pero fuimos vencidos por lo cual seguirán existiendo por 1000 años más, ese es su premio después todo.

El dios del olimpo levanto el martillo de madera, buscando dar final a la sesión, cuando uno de sus hijos se levantó.

Apolo: Padre nos hemos olvidado de algo, en la constitución del Valhalla en su clausula especial del artículo 62, párrafo 18 menciona que los dioses deben recompensar a los vencedores por demostrar su valía.

Murmullos de desaprobación se escucharon. Sin embargo, el dios del sol se mantenía firme, después de todo él también había sido derrotado en el campo de batalla, pero a diferencia de otros dioses no guardaba rencor alguno contra la humanidad, después de todo fue un mortal quien le perdono la vida después de la fiera batalla.

Zeus: Esa bendita clausula. Venga dinos que dice.

Apolo: De manera simple y resumida, menciona que los dioses le otorgaran un deseo a cada uno de los de los vencedores. Aunque claro con algunas limitaciones.