donde Louis, un detective del departamento de policía toma una llamada de ayuda, proveniente del centro de Londres. Al llegar, solo puede encontrar a un chico rizado atado a una silla, inconsciente y no estaba seguro de si estaba herido, así que, de...
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Louis frunció el ceño y separó a Harry de su pecho para poder verlo a los ojos.
—¿Qué pasa con él, Hazza?— pregunto el ojiazul tiernamente. Harry sorbió su nariz antes de contestar.
—Un recuerdo.— hizo una pausa, mordiéndose su labio inferior.— Fue abusado, Lou...fui abusado...— los ojos del menor se llenaron de lágrimas al recordar. Louis abrió su boca en una "o" y cuando la cerró, tragó saliva.
—¿Q-quién lo hizo?— preguntó apretando los puños. Sus fosas nasales estaban exageradamente abiertas. Harry desvió su mirada, pensando.
—Creo que no...no lo conocía. No lo recuerdo.— Louis asintió, intentando que su labio inferior no temblara y lo delatara. Pero, sus ojos llorosos lo hicieron. Le dolía demasiado el corazón pensar que su chico tuvo que pasar por eso solo...
—Y-yo...— el ojiazul suspiró, su voz estaba sonando más aguda de lo normal dado que estaba reprimiendo unas enormes ganas de llorar y Harry no se quedaba atrás, después de todo, el había recordado uno de los fragmentos más dolorosos de su vida. Se inclinó hacia Harry para rodearlo por encima de sus hombros. El rizado correspondió el abrazo. Lo estaba realmente necesitando. Louis lo hacía sentir amado y protegido, y era justo lo que necesitaba en ese momento. —Vamos a dormir ¿si?— ofreció Louis, susurrando mientras se separaba del rizado. Harry lo miró fijamente, pero, no dijo ni una palabra y tampoco se movió. Louis frunció el ceño.—¿Ocurre algo, cariño?— el rizado se lamió los labios y deslizó su mirada hacia abajo, donde era totalmente notable su erección, para luego devolverla a Louis. La cejas del ojiazul se alzaron, comprendiendo y el rostro de Harry se tiñó de rosado.— Oh, ehrm...y-yo podría ayudarte. Si quieres, claro.— ofreció Louis. El rizado comenzó a jugar con sus manos en su regazo, pero, asintió levemente. Estaba avergonzado y su sonrojado rostro lo delataba, pero, realmente quería eso.
Louis se acercó a Harry, y deslizó su mano dentro de las sábanas con las que se cubría el menor. Envolvió el miembro del rizado con una mano, haciendo que este se atragantase con su propia saliva. El ojiazul sintió como Harry se puso duro ante su toque, sin embargo, necesitaba saber si tenía el permiso de continuar.
—¿Todo bien?— cuestionó. Harry asintió frenéticamente y un gemido escapó de sus labios cuando, lentamente, el ojiazul comenzó a mover su mano de arriba a abajo, estableciendo un ritmo constante. Él también sentía su erección creciente al escuchar los sonidos que salían de los labios del menor, pero, esto solo se trataba de hacer sentir bien a Harry.
El rizado comenzó a mover sus caderas hacia la mano de Louis, acompañando el ritmo. Algunos gemidos hicieron eco en la habitación y Harry sintió su abdomen contraerse antes de correrse en la mano del mayor.
