donde Louis, un detective del departamento de policía toma una llamada de ayuda, proveniente del centro de Londres. Al llegar, solo puede encontrar a un chico rizado atado a una silla, inconsciente y no estaba seguro de si estaba herido, así que, de...
Ok antes de que empiecen a leer este capítulo, les tengo que dejar en claro que es muy probable que no entiendan algunas cosas, pero lo van a entender mejor en el proximo cap. asi q nd, lean, besoss.
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Capitulo 27
You Don't Know Me
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—¡Harry! ¡Harry, no me dejes, no te duermas!— exclamó Louis entre lágrimas, mientras le daba rápidas bofetadas al rizado en la mejilla, en un intento de despertarlo. Tomó su teléfono de su bolsillo, y marcó el número de Niall con sus manos temblorosas.
Lo único que temía era que él mismo tuviera algo que ver con lo que pasó con Harry.
—¿Lou?—respondió el rubio unos segundos después del tono. Su voz sonaba pesada, por lo que el ojiazul supuso que estaba durmiendo, hasta que lo llamó.
—¡Niall, por favor! Envía una ambulancia a mi edificio, Harry se de-desmayó, pero, no parece un simple ataque de pánico. ¡Por favor, Ni! ¡Apresúrate!— exclamó el ojiazul entre sollozos. Se sentía tan impotente, sin poder hacer nada con Harry en sus brazos.
El rizado había tenido ataques de pánico antes, pero, comenzaban de a poco, y Louis sabía que lo estaba teniendo porque Harry se quedaba sin aire o incluso murmuraba por ayuda con el poco oxígeno retenido en sus pulmones.
—Tranquilo, Lou, la ayuda está en camino, él va a estar bien.—Louis asintió, tragando saliva, intentando convencerse de eso mismo.
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—¿Y? ¿Cómo está, Ni?— preguntó desesperado el ojiazul. Resulta que al final, el rubio había enviado a un equipo desde la estación a buscar al rizado ya que, prefería examinarlo él mismo, antes de dejarlo en manos de los enfermeros.
—Lou, y-yo...¿lo llevaste a hacerse los estudios de sangre?— Niall evadió la pregunta con otra pregunta y Louis conocía a su amigo; algo malo pasaba.
Sus ojos se cristalizaron, pero, negó con la cabeza. Tragó saliva para aflojar el nudo en su garganta, antes de responder.
—N-no, pedí los turnos, pero, son recién el mes que viene. ¿Porque? Dime lo que pasa, Ni...— rogó el ojiazul y su amigo lo miró con lástima antes de contestar.
