donde Louis, un detective del departamento de policía toma una llamada de ayuda, proveniente del centro de Londres. Al llegar, solo puede encontrar a un chico rizado atado a una silla, inconsciente y no estaba seguro de si estaba herido, así que, de...
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— ¿No era más fácil decir que estaba bien, hombre? Casi me da un ataque a mí. — bromeó Niall y el médico sonrió. Harry aún procesaba todo.
— ¿Podemos verlo? — preguntó el rizado.
— Si, claro. Deberá ser dentro de un par de horas y de a una persona, pero, no será problema. — el rizado asintió. — Es muy importante que haga reposo, aunque sea hasta que su herida cierre bien, supongo que serán, aproximadamente, dos meses. Nada de correr ni movimientos bruscos, y necesita de alguien que lo cuide todo el tiempo. Quizás tengan que contratar a alguien, no lo sé, depende de ustedes, pero, si necesitan alguna enfermera que lo asista puedo recomendarles algunas.— ofreció el médico.
— No será necesario, yo vivo con él. Podría cuidarlo. — se ofreció el rizado.
— Oh, en ese caso, te entregaré los medicamentos y todo lo que necesites cuando le demos el alta. —
—Perfecto. — Niall solo observaba la escena con una sonrisa pícara.
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—Toc Toc. — llamó Niall. Harry le había dejado ver a Louis primero y estaban en horario de visitas, así que, se encontraba tocando la puerta de la habitación del ojiazul.
— Pasa. — permitió el ojiazul. El rubio entró y pudo ver los ojos cansados de Louis, su cabello con sudor seco y despeinado.
—Amigo, realmente te ves como la mierda. —dijo Niall sinceramente.
— Oh, muchas gracias Niall, no es como si me hubiesen disparado, ¿verdad? — espetó el ojiazul con sarcasmo.
— Lo siento, yo...¿como te sientes? — preguntó acercando una silla a la camilla de Louis y sentándose en esta.
— ¿Tú cómo crees que me siento? — dijo a la defensiva.
— Hey, tranquila fiera. — Niall levantó ambas manos, apuntando sus palmas a Louis en signo de paz. El ojiazul se frotó las sienes y tomó aire.
