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Capitulo 26

Explain

Louis se estaba preparando, al igual que Nick y Ashton, para salir a patrullar la zona donde el rastreador de Harry marcaba, cuando recibió la llamada

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Louis se estaba preparando, al igual que Nick y Ashton, para salir a patrullar la zona donde el rastreador de Harry marcaba, cuando recibió la llamada. Vio el nombre del rizado en la pantalla y frunció el ceño, temiendo que fuese una trampa.

—¿Hola?—

—Louis, ¿donde estas?— 

—Con el equipo, ¿donde estás tú?— evadió la anterior pregunta, temiendo que no fuese Harry y sea una trampa.

—En casa. ¿Podrías venir? Tengo que hablar contigo, Lou...— la manera en que se refirió al lugar donde vivían y a él, le dieron la seguridad de que en serio era Harry. Su corazón dió un vuelco al tener la seguridad por fin, de que su chico estaba a salvo. No podía esperar para verlo y abrazarlo y corroborar que nadie le había hecho nada.

—¿Harry? ¿En serio eres tú?— preguntó, aferrándose al teléfono con todas sus fuerzas. Nick y Ash dejaron lo que estaban haciendo cuando escucharon el nombre del rizado y se acercaron a Louis para escuchar.

—Sí, ¿quién más sería?— 

—Y-yo...¿donde estuviste? Llamé a todo el equipo porque no llegabas, de hecho, estábamos a punto de salir a patrullar.— 

—Te explicaré todo cuando llegues. Ahora, por favor, ven a casa, Lou...— el ojiazul caminó unos pasos adelante para alejarse, cuando notó que sus dos amigos estaban escuchando la conversación. No le gustaba ni un poco que ellos escuchasen los apodos o cosas bonitas que Harry le decía a él. Después de todo, eran solo para él. Notó la voz del rizado algo aguda y supo, al instante, que estaba reprimiendo las ganas de llorar.

— Ya voy, cariño. Espérame, ¿si?— colgó la llamada y se dio vuelta. — Chicos, avisenles al resto que Harry está bien, y vayan a dormir.— ordenó mientras tomaba sus cosas apresuradamente y ambos muchachos asintieron.— Perdonen las molestias.— Nick hizo un gesto restándole importancia.

—No hay problema, hermano.—

Al abrir la puerta del departamento, Louis encontró a Harry cruzado de piernas en el sillón con sus ojos cristalizados

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Al abrir la puerta del departamento, Louis encontró a Harry cruzado de piernas en el sillón con sus ojos cristalizados. Se acercó a él, mientras dejaba caer sus cosas al suelo y lo abrazó. El ojiazul suspiró de alivio al encontrar al rizado sano y salvo.

Harry le correspondió antes de separarse y comenzar a hablar. 

—Escucha, yo...estuve con mi madre.— confesó y la boca de Louis se abrió en sorpresa, antes de recorrer el cuerpo del rizado de arriba a abajo con sus ojos.

—¿T-te hizo daño?— preguntó aún examinando a Harry de arriba a abajo, pero, este negó con la cabeza y se sentó en el sillón, esperando a que el ojiazul lo imitara y cuando lo hizo, comenzó a hablar.

—Nadie me hizo nada, ella...solo me mostró un video.— Louis no quería hacer notables sus nervios, pero, estaba muy asustado. De lo que Anne pudo haberle mostrado a su chico y a la posibilidad de perderlo.

—¿Sobre qué?— preguntó calmado, pero, simulando confusión.

—Sobre un banco. Y tú. Una misión. Y mi hermana.— justo lo que Louis no quería. Si, pensaba decírselo con el tiempo, pero, lo que quería evitar era que se enterara por medio de alguien que no fuera él mismo. El ojiazul tragó saliva y asintió lentamente antes de contestar.

—Y-yo...¿me dejas explicarte?— Harry exhaló todo el aire en sus pulmones, y su respiración ya era errática. Hasta ahora, tenía la esperanza de que todo fuese un invento de su madre, pero, el mismo Louis se lo estaba confirmando. Harry se enderezó, tenso. El rizado ahogó un sollozo y las lágrimas ya amenazaban con salir. 

—¿Entonces era cierto?—

—Si me dejaras explicarte...—

—¡¿Es cierto?!— exclamó con los ojos llorosos. Louis bajó la mirada, culpable, y apretó sus labios. 

El silencio lo dijo todo.

Harry sollozó y llevó sus manos a su cara para cubrir su angustia.

—Hazza, por favor...— suplicó el ojiazul en apenas un susurro, llevando una de sus manos a los rizos de su chico, pero, este se apartó bruscamente, levantándose del sillón y dirigiéndose a la salida.

—¿Sabes?—expresó con cierta furia mezclada con decepción.— Si me lo hubieses negado...yo te hubiese creído.— confesó, mientras salía por la puerta, seguido por Louis.

—Espera, cariño...— Harry se dio la vuelta para encararlo brusco, con enojo en su mirada. Pero, no estaba enojado por lo que pasó con Gemma. De hecho, eso pudo haberlo perdonado porque, no solo no la recordaba, sino que ni siquiera había sido culpa directa del ojiazul. Estaba enojado porque Louis le había mentido a la cara todos estos meses. 

—¡No me llames así! No más...— exclamó el rizado, escupiendo un poco la cara del ojiazul gracias a la fuerza que ejercían sus dientes. De los ojos de Louis comenzaron a brotar lágrimas. 

—Por favor...— el ojiazul rogaba porque lo escuchara. Era todo lo que pedia. En cambio, Harry se dio la vuelta para bajar las escaleras del edificio, sin decir una sola palabra más.

Louis pensaba dejarlo ir. Ya no había nada que pudiese hacer si ni siquiera quería escucharlo y sabía que Harry acudiría a algún miembro del equipo dado que no tenía a nadie más. Así que, se decidió a dejar que se aleje. Hasta que lo vio frenar en un escalón. El ojiazul frunció el ceño.

—¿Harry?— preguntó para comprobar que todo estaba bien. No estaba bien. Se acercó corriendo.

El rizado sintió un zumbido en su oído, seguido de una punzada en la cabeza, y al marearse, se sostuvo de la baranda de las escaleras. Tocó con sus dedos sus sienes, con el ceño fruncido, sin saber qué ocurría y sintió unos brazos alrededor. 

Harry se tambaleó, pasando su peso a los brazos del ojiazul y tomando su camiseta entre sus puños. Todo se movía ante sus ojos y lo último que vio fue la imagen borrosa del rostro preocupado de Louis y sus labios moviéndose, pero, él no podía escuchar ningún sonido. 

Lost and found //Larry Stylinson//Where stories live. Discover now