25

1.1K 104 34
                                    

Capitulo 25

The Truth

Desde las diez y media de la noche, Louis ha estado llamando a Harry sin respuesta alguna

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Desde las diez y media de la noche, Louis ha estado llamando a Harry sin respuesta alguna. Había salido a las nueve, no podía estar tardando tanto...

Ya eran las doce y cuarto de la noche/madrugada y el ojiazul ya estaba realmente desesperado. Había llamado a todo el equipo, despertándolos y explicándoles la situación. 

—Niall, necesito que me digas donde marca el rastreador de Harry.— pidió el ojiazul una vez que estaban todos reunidos en la estación. El rubio hizo lo que su amigo le pidió, prendiendo la computadora. 

—Uhmm, ¿Louis?— dijo el rubio fijándose en el mapa. El nombre de Harry aparecía cada un par de segundos, perdiendo señal. Louis se acercó a él.

—¿Qué? ¿Dónde está Harry?— preguntó, desesperado.

—Ese es el problema. No lo sé.— 

—¿¡Qué quieres decir con que no lo sabes?!— exclamó, nervioso y asustado.

—Mira el mapa. — indicó su amigo y Louis lo hizo.— ¿Que ves?—

—El nombre de Harry parpadeando.— razonó.

—Exacto.—

—¿Que quiere decir, Niall?— preguntó cauteloso. 

—Mira...se me ocurren tres posibilidades y ninguna es buena.— el ojiazul apretó los labios y asintió, incitando al rubio a seguir.— La primera, Harry ingirió alguna sustancia que dañó el rastreador. La segunda, la señal no capta el aparato, o Harry está...— Louis inhaló profundo apenas entendió lo que el rubio quería decir y cubrió su rostro con sus manos para calmarse.

No puede perder a Harry justo ahora que al fin estaban juntos de esa manera.

—¿Qué podemos hacer?— preguntó tranquilo, pero, con sus ojos cristalizados, suplicando por una solución.

Harry despertó en una especie de galpón y se sorprendió cuando notó que no estaba amordazado ni siendo vigilado

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Harry despertó en una especie de galpón y se sorprendió cuando notó que no estaba amordazado ni siendo vigilado. 

De repente, una mujer pelinegra entró por una puerta. Se agachó donde el rizado estaba sentado y sonrió.

—Hola hijo...— Harry frunció el ceño.

—¿Quién eres tú?— preguntó el rizado, sin moverse de su lugar.

—Sería extraño si no fuese tu madre, ¿cierto? acabo de llamarte hijo, Harry.— bromeó la mujer y Harry profundizó su entrecejo.

—¿Cómo sabes mi nombre?— 

—¡Que soy tu madre, Harold!— exclamó la pelinegra, asustando a Harry.

—¿Q-qué quiere de mí?— comenzó a respirar agitadamente y la mujer lo notó enseguida. Saco de su bolsillo un pequeño inhalador y lo puso en la boca del rizado.

—Respira profundo...— Harry obedeció sabiendo que estaba a punto de sufrir un ataque de pánico y se sorprendió porque la pelinegra supo exactamente qué hacer.— Respondiendo a tu pregunta, te traje para recordarte tu misión.— declaró seria la dama.

—Mi mis...—

—Te explico, — se sentó junto al rizado para comenzar su relato.—hace algunos años, solo éramos una familia feliz; tu, yo y tu hermana, Gemma.—ese nombre hizo que el pecho de Harry doliese, pero, siguió escuchando.—Resulta que un día, ella fue a pedir un préstamo al banco porque, de otra forma, tendríamos que hipotecar la casa. Solo sería una visita al banco, como solía hacerlo yo y algunas veces, también tú.— Harry sentía que ya conocía esa historia.—Pero, esta visita no fue como todas. Oh, para nada. Resulta que justo ese día, un asaltante decidió irrumpir en el banco, donde Gemma estaba. La tomó como rehén junto a algunos más, blah, blah, blah. Bueno en el banco había cámaras y pudimos observar todo con el corazón en la boca, te imaginarás. Gemma fue atacada como prueba de lo amenazante que era el asaltante, —dijo entre comillas.— y de que no dudaba en atacar a los rehenes. —para este punto, ambos tenían los ojos cristalizados. — Cómo sea, el punto es que, por fin había llegado la policía, nuestra esperanza, supuestamente, y bueno, nosotros viendo la situación, dimos por hecho que ella estaría a salvo, ahora que la ayuda había llegado. — suspiró, recordando.— Nosotros confiamos en ellos. Pero, resulta que el policía a cargo de los rehenes, olvidó a la joven inconsciente en un rincón. El asaltante detonó una bomba. Los demás rehenes y el policía sobrevivieron, pero, la joven no lo hizo.—Anne apretó la mandíbula.— Esa joven era tu hermana, Gemma, y ¿quieres saber el nombre del policía a cargo, Harry?— preguntó la mujer. El rizado solo la miraba, esperando por una respuesta.— Louis Tomlinson. ¡El policía que asesinó a tu hermana es con el que estás viviendo, Harry!— exclamó la pelinegra, levantándose del piso. Harry comenzó a negar con la cabeza y sus ojos se cristalizaron.

—N-no, no...¡estás mintiendo! ¡Louis no me haría eso! ¿y cómo siquiera puedo creerte que tengo una hermana? — preguntó, intentando demostrar que ella mentía. La mujer soltó una risa amarga.

Tenías, Harry. Tu querido detective la asesinó.— le recordó.

—¡Cállate! Eso no es cierto...— el rizado se negaba a siquiera pensar que Louis pudo hacerle eso. La pelinegra rodó los ojos y se levantó para salir del galpón, dejando a Harry desconcertado.

Unos segundos después, la mujer volvió a donde él estaba, entregándole una pantalla como de una tablet. 

—Reproduce el video, Harry, así verás que yo no te miento.— el rizado obedeció, aún necio a creer lo que la dama decía de Louis, pero, quería ver hasta dónde podía llegar. Así que presionó el botón de reproducción y el video comenzó. Harry estaba llorando cuando terminó de verlo.

El audiovisual era exactamente lo que ocurría en la última pesadilla del rizado, excepto que el video del banco, estaba tomado desde otro ángulo. En ese momento Harry comprendió que nunca fue un sueño, sino, un recuerdo. Pudo observar, también, una cabellera castaña con un equipamiento de policía, pero, el rizado ni siquiera veía la posibilidad de que este fuese Louis. 

—Esto no me dice nada. Pudo haber sido cualquier otra jóven. No creo que esa sea mi hermana ni ese Louis.— señaló la pantalla. Anne suspiró.

—¿Realmente me vas a decir que no sientes nada cuando escuchas el nombre de tu hermana? ¿Cómo explicas tu reacción cuando apenas conociste a Louis?— Harry frunció el ceño. 

No estaba seguro de cómo había conseguido esa información, hasta que recordó a Liam. Seguro él la mantenía informada de todo lo que ocurría con el rizado.

—¿Cómo explicas la ira que sentiste al escuchar su nombre? — continuó la pelinegra. Harry no podía negar que lo que experimentó fue ira, solo no quería aceptarlo.— Yo te la explico, Harry. Nosotros, ambos armamos un brillante plan para matar a Louis, —al rizado se le heló la sangre al escuchar las últimas tres palabras.— todo estaba saliendo bien, hasta que algo falló con la dosis y —Harry frunció el ceño.— bueno, te involucraste más de lo que debías con el asesino de tu hermana.—

—¡Deja de llamarlo así! ¡Él no hizo eso!— la mujer rodó los ojos y se levantó del piso tranquilamente, pero frustrada, para levantar a Harry de un brazo.— ¿Q-qué harás conmigo?— preguntó el rizado, asustado. 

— Nada. Me cansaste. Sal de aquí. Pero, no olvides preguntarle a tu detective la autenticidad de mi historia, o volveré por ti.— amenazó la mujer. Harry comenzó a caminar sigiloso hacia la salida, asegurándose que no era ninguna trampa. No lo era y al salir del lugar, se dio cuenta de que era un banco.

...


Lost and found //Larry Stylinson//Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz