donde Louis, un detective del departamento de policía toma una llamada de ayuda, proveniente del centro de Londres. Al llegar, solo puede encontrar a un chico rizado atado a una silla, inconsciente y no estaba seguro de si estaba herido, así que, de...
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—¿Que? Claro que no. ¿Porque? —
—Que extraño...mencioné tu nombre y se puso como loco. —el ojiazul frunció aún más el ceño. No lograba entender y no recordaba alguna vez haber visto al chico recién rescatado.
—Muéstrame —el rubio asintió y se dió la vuelta para dirigirse a la habitación del chico. Louis lo siguió desde atrás. Una vez adentro, Niall cerró la puerta tras ellos y se acercó a la camilla del rizado, quién no reaccionaba. — ¿No dijiste que había despertado? —
—Lo hizo. Pero, una vez que te nombré, comenzó a respirar mal y se desmayó antes de que pudiera hacer algo. — informó el rubio mientras le daba suaves golpes en la mejilla al rizado. De a poco, comenzó a abrir lentamente los ojos.
—Hola... —comenzó el ojiazul y el rizado apretó la mandíbula.
—¿Dónde estoy? —habló por fin el no-identificado.
—Estás en el Departamento de Policía de Londres. Fuiste rescatado anoche por...— el rubio no estaba muy seguro de querer completar la frase, pero, debía mostrarle a su amigo la reacción del rizado.— el detective Louis Tomlinson. —otra vez.
La respiración del chico comenzó a agitarse, sus manos sostenían su pecho y Louis lo miró confundido; podía observar una pizca de ira en sus ojos.
Niall le pegó una fuerte bofetada y Louis lo miró con el ceño fruncido.
—Así se ayuda a quien tiene un ataque de pánico. —dijo el rubio y se encogió de hombros. Louis devolvió su mirada al muchacho.
— Hey...—hablo el ojiazul acercándose al chico en la camilla — ¿porque reaccionas así con ese nombre? —preguntó.
— Yo no...no lo sé, de hecho.— explicó el rizado —Solo lo mencionan y me...me provoca algo extraño y horrible en el pecho. —
—¿Te molestaría contestar algunas preguntas? — cuestionó el ojiazul.
— Supongo que no —contestó. Louis asintió y le indicó que lo siguiera para ir a la sala de interrogación.
Niall simplemente se quedó detrás, observando por las cámaras de la sala a Louis sentando al chico en una silla frente a una mesa metálica, para luego sentarse en la silla frente a él.
Se notaba el nerviosismo del rizado a kilómetros. Jugaba con sus manos y mordía el interior de sus mejillas.
— Bien...—comenzó el ojiazul, pero, se detuvo al ver los nervios del chico —Oye, no te asustes. No estás aquí por que hayas hecho algo ¿si? Solo queremos saber que sucedió, ¿ok? Nadie te juzgará — el chico asintió y suspiró, tranquilizandose un poco con las palabras del detective. — Bien, para empezar...— dijo sacando una pequeña libreta para anotar los datos que el rizado le dijera — ¿Cuál es tu nombre? — preguntó. El rizado frunció ligeramente el ceño, intentando recordar.
